El texto libre es una manera de establecer puentes entre el currículum, la persona que aprende en su marco y la persona que acompaña ese aprendizaje. Y es que yo aún creo en el currículum si las sociedades son democráticas (y solo y exclusivamente en ese caso). Porque pienso que está bien que las sociedades democráticas les exijan a sus miembros un aprendizaje consensuado. Pero también creo en la individualización del currículum. Porque este último ofrece un marco. Nunca un camino exhaustivo, que debe recorrerse de un modo concreto y de ningún otro.
Pero el texto libre puede potenciarse. Puede ir mucho más lejos de lo que pensó Freinet. Podemos llevarlo a otros niveles. Con el vídeo.
Porque el vídeo permite narraciones con el cuerpo, además de con la palabra. O permite sincronizar movimientos y palabra para contar una historia. El vídeo trae la oralidad y la motricidad al texto libre. El vídeo libre es texto libre, claro que sí. Y mucho más.
Porque, además, el vídeo abre tu aula. Permite acceder a otra gente, legítimamente interesada, a vuestros aprendizajes. Otro alumnado puede aprender con el tuyo. Y viceversa… El vídeo libre, enmarcado en un currículum democrático como modo de que la escuela sea compartida y democrática.
¿Te parece que narremos, con ayuda del vídeo, lo que descubramos en #escuelamoderna15? ¿Participarás? ¿Experimentarás lo que siente tu alumnado cuando le pides que lo hagas? ¿Querrás sentir el mismo miedo, la misma emoción, la misma incertidumbre por el resultado, sus mismas dudas, su misma satisfacción por lo logrado?

Fuente: Aldíainfo
Me apunto.
¡Gracias por tu apoyo Jaume! Mi intención es que el alumnado vea que lo que le proponemos es valioso. Y, claro, si pensamos que es valioso para ellos, también debe serlo para nosotros, ¿no? Es la búsqueda de la credibilidad y la relevancia. ¡Gracias de nuevo!
Gracias a ti por las reflexiones. Dieron fruto. Me animaste a proseguir. Te doy toda la razón. Así que no sé cómo voy a plantear mañana la clase… tal vez les propongo que acuerden un reto para mí o bien les planteo si hacer un reportaje de nuestra experiencia: el banco común de conocimiento.
El banco común de conocimiento es una gran experiencia. Yo todavía no he tenido éxito con él. Bueno, sí éxitos parciales. Porque el alumnado no tiene conciencia de lo que le serviría de un año para otro. Pero les gusta saber que otra gente hizo lo mismo que ellas y ellos. Y alguna vez lo consultan. Google Plus debería ir bien (sobre todo por la facilidad para buscar por etiquetas). Pero no he sido capaz de hacerlo funcionar bien. Me refiero a crear una disciplina de etiquetar y subir, y un ritmo. Creo que generar un banco común de conocimiento yo solo es algo que me viene grande… Pero, aún así, intentarlo ha estado muy bien para mí. ¡Lograrlo tiene que ser increíble! 😀
Bueno, de momento, lo que me funciona es que cada alumno –hablo de adultos– ofrecen un taller a sus compañeros. De momento, estoy muy satisfecho del resultado. Cohesiona el equipo. Se respira una ambiente de naturalidad. Consiguen con su charla comunicar. No importa si lo hacen con interferencias de la lengua materna. Me parece que es más bien una red de intercambio de conocimientos. Consiguen que las charlas sean memorables. Han sido tres charlas, pero han conseguido que nos demos masajes, bailemos cumbia o bien el Whatsapp hierve de preguntas para saber si nos limpiamos bien los dientes.
Si ahora reflexionan sobre cómo han preparado el taller, han desarrollado tanto aprender a aprender (pueden transferir esa competencia a otros contextos) como autonomía personal… 😉