Ana Cristina Bórquez (@maga3876) es profesora en Tijuana, México. Que está muy lejos de Almería, donde viven las familias de mi alumnado.
¿O no tanto?
Es posible que Tijuana esté a miles de kilómetros. Pero el trabajo de Ana Cris, reflejado en parte en su excelente blog (¡lo que tiene que ser ella en directo…!) no vive lejos, no. Vive a un click de ratón. En él podrás encontrar muchas reflexiones, y muy válidas, que te pueden ser útiles. Dos cosas, en concreto, las puedo usar en la primera reunión de tutoría que tenga.
Veras… Hoy (y todo este curso 2010-2011) te traigo una sobre un enfoque que creo necesario para la primera reunión que tenga con las familias del alumnado de mi tutoría. Que, si es posible, quiero que suceda antes de que comiencen las clases. O el primer día como muy tarde.
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Fuente: Geomorfología fluvial |
En esa primera reunión contaré cómo creo que puede ser el trabajo juntos (abierto a ideas, eso siempre). Y es que estoy convencido de que ni los docentes podemos ocupar el territorio de las familias, ni a la inversa. Cada uno tiene un rol. Pero, y esto es importante, no se tratan de roles subordinados. No, no… son más bien caminos complementarios que se cruzan.
Del papel de las y los docentes se ha hablado mucho. Del de las familias, no tanto. Hasta ahora se asume que sí es subordinado y que deben conseguir que los niños y las niñas estudien, aprueben y se porten bien en clase. No estoy de acuerdo. Eso es cosa mía, me pagan por ello. El rol de las familias creo que está más bien en el aprendizaje no formal. En descubrir las fortalezas de un alumno o alumna, aplicarlas a sus intereses y conectar con el currículum. Las dos primeras cosas ayudados por mí si es necesario, aunque el peso recae en ellos. La tercera, la de la conexión con el currículum, mano a mano, corresponsables ambos familias y yo. Porque no les puedo pedir a las familias que curren si yo no pongo de mi parte. Y mi parte es buscar vías para integrar lo no formal y lo formal. Verificando, claro está, que existió el trabajo por parte de ellos…
Un alumno o una alumna disponen de una serie de capacidades que muchas veces pasan inadvertidas. Y es que los docentes hacemos más un trabajo grupal que individual. Ojalá no fuera así, pero la atención personalizada, deseable, no está bien contemplada en la legislación vigente. No cuando no tengo horario para ella. Y que no me digan que las clases son espacios de atención personalizada, no. No gracias a la Administración. Pueden serlo si yo me lo curro mucho. Y quiero que lo sean, sí, pero no gracias a la legislación vigente, que no me lo facilita (todo lo contrario) sino a mi empeño. Pero volviendo a la cuestión central, creo que un magnífica presentación de Ana Cris puede servir a las familias para contemplar su campo de acción. Descubriendo y redescubriendo a sus hijos e hijas. Y contándomelo a mí, facilitándome información acerca de cómo trabajar más personalizadamente con ellas y ellos. De hecho, a partir de ellas y ellos.
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Pero ese primer día quiero mostrar otra cosa además del enorme potencial que tienen las familias en el desarrollo no formal del alumnado (que, por otro lado, requerirá de mi la capacidad de integrar esos saberes para transformarlos en competencias).
Hay más.
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Fuente: Francesc Esteve |
Quiero que hablemos de herramientas para lograrlo. De herramientas útiles, capaces de hacer capaz a la gente («empoderadoras» se dice ahora). Blogs y microblogs, presentaciones, líneas del tiempo, mapas mentales, vídeos y fotografía, podcast… ¡Yo qué se…! Las adecuadas entre toda la oferta… Aquello que veamos que puede ser adecuado para hacer converger ese trabajo no formal, propio de las familias, en el que se parte de la persona, con el formal, en el que se llega al currículum. Aquel en el que el currículum no se imparte por un docente, sino que se lo apropia el alumnado.
Eso no sale solo. Eso requiere recapacitar, elegir buenos servicios tIC. Y buena compañía en ellos. Eso requiere un PLE (Personal Learning Environment) meditado. Un entorno personal de aprendizaje formado por todo lo que usamos para adquirir saber y convertirnos en competentes al usarlo.
De eso también quiero hablar ese primer día. Porque puede que muchas familias no tengan destreza al usar esas herramientas 2.0. O no las conozcan. O sientan un cierto rechazo hacia ellas. De eso quiero hablar. Porque su uso tendrá que ser consensuado. Insisto: consensuado. No impuesto, no. Consensuado. ¿He dicho ya consensuado suficientes veces?
El PLE, las herramientas que una persona emplea para aprender, van más allá de la acción de un docente en su aula. Son personales. O sea, están relacionadas con lo que decíamos antes, de descubrir las fortalezas del que aprende y ponerlas en práctica para «empoderarlo», para permitirle hacerse competente.
Te pongo también la visión que Ana Cris tiene del PLE. Y la mía. Ambas. Aunque a mí me gusta más la de Ana Cris. Ojalá hubiera sabido hacerla también como ella.
No, no… Definitivamente Tijuana no está tan lejos de Almería. Y eso me hace feliz. Gracias, Ana Cris. Y gracias, Juanma, por hacerle presentársela a mucha gente.
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Por cierto… Gracias, Pascual por el desayuno. Inspirador, como siempre. Al menos, de este post. Eres mi hermano mayor conceptual (y emocional) y ojalá te pueda devolver algo de lo mucho que me has dado siempre.
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Hoy la he descubierto yo también, gracias a @educacontic, y me ha impresionado, estoy totalmente deacuerdo contigo, solo una cosa tu visión del PLE tampoco tiene desperdició, ;DDD
¡Hola Carlos!
Espero que los padres y madres piensen lo mismo, aunque llevará algo de tiempo, imagino.
¡Gracias por el comentario, compañero! 🙂
¡Felicidades José Luis!
Tiene muchísimo mérito todo lo que haces, con mucho sentido y mucho corazón.
¡No cambies!
PD: Otra gigante, más allá del charco, la amiga Ana, si señora!! Buen hacer educativo de nuestra hermana mejicana, descubierta gracias al amigo Juanma Díaz (en su post en Educa con Tic)
¡Hola Luis Miguel!
Gracias! 😀
Es que hoy desayunaba con un ex-compañero (pero no ex-amigo, no; aun amigo y muy bueno) y me contaba un caso que me ha preocupado; y que seguro que afecta a mucha gente. Un caso tremendo, en el que el sistema educativo genera daños en familias. Así que adelanté algo de trabajo. Que de todas maneras tenía que hacer…
¡Gracias por el comentario, compañero! 🙂
Hola José Luis: primero, gracias por la mención y por tomar en cuenta mi trabajo. Hace tiempo que me siento cerca de ustedes gracias a estos medios que me han permitido aprender tanto de ti y de muchos de tus amigos y compañeros maestros del «otro lado del charco».
Frecuentemente comento esta parte de involucrar a las familias en el proceso educativo, pero no he tenido mucho eco con las autoridades de la mayoría de las escuelas en las que he trabajado, ni entre mis compañeros docentes; a todos les parece algo MUY complicado. Yo creo que la escuela como institución (al menos acá) ignora totalmente a las familias en muchos sentidos (horarios de reuniones y actividades muy poco amigables para los padres-madres que trabajan, poca o nula comunicación del proceso académico -sólo los llaman o les informan si el hijo se «portó mal»- , etc.) y verdaderamente es mucho lo que se pierde con esa ruptura. Tuve la suerte de trabajar en un colegio donde, por cuestiones de pago aceptaban a padres como voluntarios para distintas actividades y no sabes cuánto se enriquecía el proceso con su participación. Pienso que las familias son un recurso muy rico que no se aprovecha y peor aun, muchas veces se desdeña.
Te deseo mucho éxito en este próximo inicio de clases y en tu proyecto, del cual me apropiaré (con tu permiso..) para proponerlo acá, a ver si diciéndoles que fue tu idea si «pega mi chicle», jeje.
Un abrazo y nuevamente Gracias.
Ana Cris