La dinámica de aula es importante. Creo que revela cosas. Qué hace un docente y que hace el alumnado. No sobre el papel, no. En realidad. Y también importa la distancia entre la dinámica de aula que sucede y la deseada. Eso es lo que te quiero contar hoy. Un día cualquiera en una clase mía.
Empezamos con una breve explicación. De cinco minutos. No más (normalmente). Y si es más, de seis minutos. ¿Para qué más larga si tras cinco minutos van a dejar de escucharme, jejejeje…? Ese es un tiempo compartido. Durante la explicación el alumnado toma notas, captura ideas. No copia, no (con mi forma de hablar no podría aunque quisiera, 😉 ). Cuando acaba la explicación hacemos un breve repaso. De un minutillo o dos. Cada uno va diciendo una idea que haya anotado. Y así hasta agotarlas. Eso da oportunidad a que lo que no se pudo anotar, o no se entendió bien, se aclare.
Y ahora se separan nuestros caminos. A partir de aquí, hacemos cosas diferentes.
El alumnado comienza un trabajo de apropiación de las ideas. De conversión de la información en conocimiento. Tiene que convertirlas en algo suyo. ¿Cómo? Pues yo les he propuesto varias maneras. No mutuamente excluyentes, no.
Una, con una lluvia (o caza) de ideas a partir de una búsqueda en internet o en libros. Partiendo de la información que yo les he facilitado, buscan en mi blog, en wikipedia, en google, en páginas que tengan localizadas y sean de garantías… Si quieren usan el libro de texto. Pero, ¿sabes? Lo usan poco… Y yo que me alegro.
El objetivo de la lluvia de ideas no es acumular miles de cienes de billones de conceptos, no. Es encontrar unos pocos, pero importantes. Capaces de relacionar el contenido que yo he aportado mediante la explicación con otras cosas. O sea, es una lluvia de ideas para ampliar, pero no detalles, sino relaciones. Muchas de ellas son inesperadas. Y, por supuesto, durante la lluvia de ideas pueden hablar, claro. Y mirar unos lo que están haciendo otros. Y copiarse si lo desean (pero sólo si entienden lo que están copiando).
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Fuente: Mensa México |
Y hay más. Existen documentos compartidos donde todos los de una clase añaden sus ideas. Y pueden ir allí a aclarar cosas, a por inspiración. Te lo cuento en el mismo blog en el que se lo conté a ellos. En «Raras maneras de hacer las clases«. Allí también están los enlaces a los documentos compartidos que puede ver todo el mundo de una misma clase. Y ya, de paso, de varias clases si pasan por el blog.
¿Qué aspecto tiene el aula en ese momento? Caótico, confuso… ¡Como debe ser! Porque según cuenta @balhisay que dice George Siemens, «los estudiantes necesitan experimentar confusión y caos durante el proceso de aprendizaje; aclarar ese caos es el objeto del aprendizaje.» No se trata de evitarles el caos sino de darles las herramientas para que logren resolverlo.
¿Sólo hay lluvia (o caza) de ideas? No. También hay conversión de ideas a imágenes. Y dibujando uno expresa la información que quiere convertir en conocimiento de un modo más imaginativo. Pero, a la vez, es más fácil de compartir. Unos y otros pueden mirar sus imágenes. Y comentárselas mutuamente. Comprobar si están bien enfocados, descubrir en los gráficos de otros aspectos que se les habían pasado por alto… Habitualmente forman un pequeño grupo, variable en sus componentes, que se preocupan unos de otros, que se encargan de que todos comprendan todo. Y, por supuesto, pueden mirar el trabajo de más gente de la clase para aprender de él, claro…
También te lo cuento en «Raras maneras de hacer las clases«.
A continuación, les pido que expresen el conocimiento adquirido. Mediante presentaciones diapositivas. Que tienen que poder defender, si así se les pide. No me preocupa que se copien. En absoluto. Pero sí me preocupa que la información sea veraz y que se entienda. Copiar y no entender no sirve. Copiar información errónea, sin verificarla, no me sirve.
Como puedes ver, en el trabajo de convertir las ideas en imágenes ya estamos anticipando las diapositivas…
Finalmente les pido que vayan pensando preguntas y respuestas para el examen que tienen que superar. Y es que, ya te lo conté, ellos y ellas se crean sus propias preguntas. Y sus propias respuestas.
Y, por supuesto, también te lo cuento en «Raras maneras de hacer las clases«.
¿Qué hago yo mientras? Dos cosas: entrevistas y evaluación.
En las entrevistas miro lo que se ha hecho y doy orientaciones para continuar. Aunque ahora mismo tengo un problema aquí. Querría hacer ocho diarias y no hay manera. No paso de cuatro. Por mucho que haga. Así que hay que buscar otro enfoque, más eficiente. Los blogs espero que me lo aporten. Los blogs como portafolio. Porque cada alumno o alumna tendrá un blog. El suyo. Al final vamos a usar Blogger. Y allí insertará sus documentos, los que vaya generando. Y cuando los cambie en Google Docs, automáticamente aparecerán cambiados en Blogger. Solamente tendrá que darme un aviso con los cambios que ha introducido. En estos momentos estamos arrancado poco a poco esos blogs. Yo era demasiado optimista para suponer que 90 blogs se pondrían de pie en un ratito… Pero vamos avanzando.
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Fuente: Agile Logic |
En la evaluación, lo que hago es darme una vuelta por la clase e identificar quién está trabajando y quién no. Me dan igual los errores. Sólo pido trabajo. Y luego una segunda vuelta. Para verificar. Y es que no hay que ser ingenuo. Crear una situación de aprendizaje para el alumnado no significa que sea aprovechada automáticamente, o que haya ganas de ello. Eso sí, si se detecta que, reiteradamente, hay desatención por parte de alguien, pues hay que investigar. En vez de más regañar.
¿Sólo regaño? No, no… Identifico quién está haciendo buenas cosas y también quién está atascado en algún punto. Y trato de poner a gente en contacto con gente. En vez de aclarar yo las cosas, trato de dinamizar que lo hagan ellos y ellas.
En fin… Y en esto se están yendo los días… Quedan cosas por implementar, sí… Pero algo hemos avanzado…
Lo que me ha gustado: que la exposición del profe sólo (no me acostumbro a ponerlo sin acento) dure cinco minutos; que el ambiente de trabajo pueda ser caótico; que los alumnos diseñen su propia evaluación.
Lo que me parece genial: “Eso sí, si se detecta que, reiteradamente, hay desatención por parte de alguien, pues hay que investigar. En vez de más regañar.”
Lo que no entiendo: “Al final vamos a usar Blogger. Y allí insertará sus documentos, los que vaya generando. Y cuando los cambie en Google Docs, automáticamente aparecerán cambiados en Blogger. Solamente tendrá que darme un aviso con los cambios que ha introducido”
Sigo aprendiendo de tus entradas.:-)
¡Hola Alejandro!
Lo primero, gracias por pasar y comentar. Lo segundo, gracias por pasar y comentar. Lo tercero, gracias por pasar y comentar… 😀 Especialmente porque yo no estoy siendo tan recíproco como quisiera (la carga de obligaciones decaerá, espero, a partir de febrero). Pero eso yo me lo pierdo, porque estoy viendo los títulos de tus publicaciones en tu blog y sé que necesito leer eso, que me hace falta, que ahí hay una densidad de ideas tremenda que me pueden acompañar en lo que estoy haciendo.
Creo que lo comentaba en otro lugar. Los docentes tendemos a confundir información y conocimiento. De hecho, dedicamos mucho tiempo a transmitir información y suponemos que el conocimiento sucede automáticamente. Basta con exponer al alumnado al conocimiento y ya está. ¿Muy platónicos nosotros? Y es tremendo cuando te das cuenta que tienes que dedicar hasta 10 veces más tiempo a asentar el conocimiento que a transmitir información. De ahí mi estricta autolimitación. Otra cosa es que esté acertando en los modos en los que genero conocimiento, que no sé yo… Sé que voy en la buena línea, pero no sé si lo estoy haciendo con eficiencia.
Y sí, sí, muchas veces el profesorado somos tremendamente gruñones. No veas algunos chorreos que les echo al alumnado de cuando en cuando… Pero trato de que los chorreos gordos sean colectivos, que no puedan entenderse como personales. Y no me importan un regaño con carga, con intensidad, pero puntual. Y combinado con una sonrisa posterior y un acoger al alumnado de nuevo. Para que noten que el regaño parte de la preocupación, no del malestar. Otra cosa es cuando eso se convierte en costumbre. Eso está mal y es ineficiente. Hacer lo mismo nos llevará a lo mismo, claro… Así que hay que cambiar el enfoque. Si el regaño urgente no funcionó, o no se entendió, hay que ir, rápidamente, a encontrar las trabas que impiden que suceda el aprendizaje previsto, investigando.
Lo de Blogger lo expliqué mal, me parece, releyéndolo. Quería decir explicar el PLE del alumnado en tres líneas y no me salió bien. Ellos y ellas trabajan en Google Docs. Allí tienen sus documentos personales y compartidos, allí sus presentaciones, allí sus dibujos. Blogger me ofrece funcionalidad de portafolio. Ellos y ellas pueden, en su blog personal, crear una página que se llame evaluación. Y allí insertar algún documento que quieran que sea evaluado porque piensen que les represente bien, o porque tengan dudas acerca de él. Y seguir trabajando en Google Docs tranquilamente porque saben que se actualizará automáticamente en su página de evaluación. A la página podremos ir a comentar ese producto conforme se va haciendo. Los comentarios en Blogger reflejan el proceso y en Google Docs está el producto. Pero aún no he logrado implementarlo del todo. Es un concepto que necesito que alumnado entienda, no sólo que lo implemente técnicamente. Portafolio como lugar de discusión del proceso (blogger) y mesa de trabajo del producto (google docs).
Y yo también sigo, y seguiré, aprendiendo de tus entradas y de tus comentarios. 🙂
Gracias por tu respuesta. Seguiré pensando esta relación que estableces entre blog y google doc, entre portafolio/producto. Yo estoy utilizando en bachillerato google site: cada alumno puede tener su página y adjuntar archivos, y además sirve como repositorio. ¿Qué te parece?
Google Sites me parece el gran desconocido para los docentes. Da un juego enorme, sí. Y siendo de google todo lo que hagas dentro es compatible. Yo prefiero los blogs personales del alumnado porque quiero que el eje sean ellos. Es decir, que su blog les acompañe a lo largo de sus cursos y sus materias. Eso, con un google site no lo veo tan fácil. Aunque estoy seguro de que ambas cosas son compatibles. Es una cosa que voy a probar, ir a google sites desde los blogs de ellos. A ver qué pasa…
Qué enriquecedor es leer tus experiencias y los comentarios de otros compañeros como Alejandro.
De ti aprendo a ser más abierta, a recordar que mis alumnos deben tomar cada vez más decisiones, a no olvidar que es importante cuidar el equilibrio que hay entre lo que nosotros les marcamos y lo que ellos necesitan aprender y de qué forma… ¡Cómo me gusta leerte! 🙂
¡Hola Aida!
Mi alumnado te debe cosas a ti y no lo saben…
¡Gracias por el comentario! 🙂