Se habla mucho del umbral de pobreza. Ese en el que las necesidades básicas no están garantizadas. Pero poco o nada del umbral de riqueza, ese en el que tienes, salvo catástrofe o accidente, tu vida resuelta.
El umbral de riqueza es un concepto que me interesa porque, a partir de él, todo lo que uno atesore tiene destino libre. Podría dedicarse, por ejemplo, a reducir el umbral de pobreza de los demás… Porque la pobreza mata. Además de ser injusta, restar libertad, hacernos desiguales, romper nuestra empatía y vinculación hacia los demás, rebajar nuestra dignidad e imponernos aceptar lo que no queremos aceptar.
Probablemente ese concepto dejaría obsoletas listas tan obscenas como ésta: la de los ricos más ricos de entre los ricos. Porque las cifras de dinero en manos de una única persona son obscenas, teniendo en cuenta que la riqueza de una sola persona podría sacar de la pobreza a cientos de miles o millones para toda su vida. Y porque, probablemente, el esfuerzo, el trabajo individual de esos cientos de miles o millones de pobres, sea mucho mayor que el de un rico que posea tanto como ellos sumados. El esfuerzo combinado ni me lo imagino…
Fuente: Contrainfo.com
Quizá tú y yo, si supiéramos que estamos por encima del umbral de riqueza, diéramos un destino diferente a nuestros recursos. A lo mejor no ayudaríamos a ciebtos de miles o millones. Pero quizá sí a más gente de la que ahora ayudamos.
Sería bueno que quienes investigan le dedicaran tiempo a este concepto que permitiría a los que no estamos en esa lista, a los que no somos obscenos, ayudar más y mejor a quien lo necesita.
O a darnos cuenta de que, aunque les critiquemos, quizás seamos, en el fondo, como ellos: como los ríos obscenos: más amantes del dinero que de la gente.
El concepto de umbral de riqueza nos dejaría desnudos ante la verdad y aparecería nuestra autenticidad, fuera la que fuera.