Tu comida, ¿para beneficios de otros o para darte salud?

Somos como éramos. No hay grandes diferencias entre cómo fuimos hace 100.000 años y cómo somos hoy. No ha dado tiempo, los grandes cambios evolutivos suelen ir algo más despacio. Así, nuestra forma de relacionarnos con la comida es la que siempre fue: come todo lo que puedas, y si puede ser dulce, que lleva energía, porque a lo mejor mañana no hay nada.

Pero no vivimos como vivíamos. Ahora nos alojamos en zoológicos de piedra y hemos sustituido la recolección por el cultivo y la ganadería y la economía. Ya no cazamos, vamos de compra.

Esto introduce un conflicto: comemos como nos indica nuestro instinto, adaptado a la escasez, en un entorno en el que, hoy por hoy, no hay escasez, al menos para más de seis mil millones de personas. Y ese conflicto produce desórdenes metabólicos como obesidad y, probablemente, algunos tipos de cáncer. Ese conflicto intentamos resolverlo con hábitos, y grandes organizaciones que tratan de que se promuevan esos hábitos. Pero tropezamos con la industria alimentaria, que entiende que la función de la comida es producir beneficios, no salud.

El resultado es que comer nos enferma.

No podemos volver a una dieta natural. Somos casi 7.500.000.000 de personas. El mundo perdió hace mucho la capacidad de producir comida, de manera natural, para sostener la población global. La gente con algo de riqueza podemos comprar algunos productos más o menos naturales, pero para un individuo típico es muy complicado lograr una dieta completamente natural. Por lo tanto, estamos en un punto en el que se necesita exigir a la industria alimentaria el desarrollo de mejores productos. Mejores para nuestra salud. Eso exige mucha investigación. Pero es complicado, no es sencillo.

¿Por qué?

Porque la búsqueda de beneficios empresariales se opone a la búsqueda de buena comida. Te sugiero que leas el artículo en el que Dana Small, una investigadora de la Universidad de Yale, lo explica. Tu salud está en juego y hay que lograr que comer deje de enfermar. Porque se puede.

Otro día hablamos de cómo lograr comida abundante de manera respetuosa con el entorno. Paso a paso…

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