En #eParty hemos vivido pequeñas dificultades. Pequeñas, porque las de verdad son las que vivimos cada día en nuestros IES. Como comprenderás, no tener wifi no es ideal (espero que en la próxima cita sea distinto). Y no ver el backchannel de twitter proyectado le hace perder interacción y dinamismo a las ponencias. Pero no es el fin del mundo ni mucho menos, jejeje…
Las dificultades de verdad las vivimos en nuestros centros. Porque intentamos llevar a cabo procesos educativos que no son bien comprendidos por mucho profesorado, por muchos directivos, por muchos inspectores. Y, por qué no, por mucho alumnado y muchas familias. Tenemos que estar haciendo un esfuerzo permanente de comunicación para que el aprendizaje se visualice bien (con mejores resultados, en general, entre alumnado y familias que entre docentes, directivos, inspección).
Esas incomprensiones mutuas suelen suceder, en muchos casos, por diferentes presupuestos básicos, subyacentes a la acción educativa. Porque eso de que el alumnado se haga protagonista de su aprendizaje, eso de que produzca su contenido, eso de que los procesos sean tan importantes (o, de hecho, más importantes) que los productos, eso de que sea visible el aprendizaje, eso de no emplear libros de texto como referentes, eso de que la evaluación sea coherente con las metodologías y tenga un papel mucho más de orientación que de calificación, eso de que sea protagonista lo digital y no el papel, eso de que lo colaborativo sea indispensable y compartir conocimiento importe y sea fomentado… La verdad es que choca a mucha gente… Hay personas que indican que corremos el riesgo de endogamia, pero observando la diversidad de compañeros con los que compartimos el día a día, me parece a mí que más bien no, no…
No significa que sus opiniones estén mal. Creo que hay muchas maneras válidas de ser docente. El problema es que no siempre encajan, no siempre son plenamente compatibles.
Sin embargo, en los saraos como #eParty, en este tipo de puntos de encuentro, ese tipo de dificultades no aparecen. De hecho, la palabra más repetida en una conversación, si no te habías fijado, es «¡Claro…!», jejejeje… En otros contextos no es esa, no. Es «¿Que qué…?». En todo caso, en este tipo de encuentros, son las dificultades técnicas las protagonistas, no las conceptuales. Son, además, encuentros de personas que están dispuestas a escuchar y a cambiar de opinión si la argumentación es buena. Y a adoptar ideas si las ven coherentes con sus metodologías. Son encuentros de esponjas…
¿Sabes qué te digo? Que creo que hay que agradecer a instancias administrativas, como directivos e inspección, mucha de la incomprensión recibida. Unas veces amable, otra no tanto. Porque son las dificultades las que nos han hecho como somos. A mí, por lo menos. Sin esos retos, sin esas dificultades, ni yo habría desarrollado el trabajo que he desarrollado ni tendría la necesidad de encontrarme con gente que mantiene una actitud parecida ante los problemas.
Es verdad que podemos dar una cierta imagen de condescendencia, como indicaba @Babolab. Y es verdad que se puede caer en la autocomplacencia, como muy bien indica. Pero creo que no hay que olvidar que estos saraos, estos puntos de encuentro, son los únicos lugares en los que participamos sin grandes riesgos, en los que nos acogemos mutuamente como gente que quiere contar algo, con la intención de compartir. Y de compartir su trabajo de aula. El verdadero, no inventos… Son pequeños descansos. El resto de nuestros días docentes son… complicados.
Pero no nos quejamos de esas complicaciones. Nos han hecho como somos. Bienvenidas. Eso sí, no está nada mal que en este tipo de encuentros, y por unos pocos días al año, podamos bajar la guardia, podamos hablar sin riesgos de ninguna clase. También bienvenidos.
Lo que es una pena es que la Administración ni se plantee este tema, ni se le pase por la mente a los que allí están… En fin… Nos seguiremos buscando la vida. Que es lo que llevamos haciendo alguna que otra década o décadas…
Y es una suerte que Fundación Telefónica sí lo tenga tan claro y nos ofrezca espacios. Más allá de que haya o no plenas coincidencias, sí las hay amplias. Gracias José, César, Jon, Almudena y todo el equipo. 🙂
Solo me queda decir José Luis Castillo dixit y AMÉN. Palabras como estas tendrían que ser el centro de las preocupaciones de los claustros docentes; tu sabiduría va mucho más allá de tu carácter y tu simpatía… Grande en todos los sentidos ( Coño, pues sí que me quedaban cosas por deicr sí… jejeje ) Enhorabuena José Luis no por este post, sinó por ser como eres. Tendríamos que intentar parecernos un poco a ti.