Tontos, muy tontos, los más tontos

Yo alucino.

No acaba de empezar el año y ya está difícil averiguar quién se va a llevar el título al «tonto muy tonto, más tonto». Si hace días era Facebook con el tema de retirar fotos de mujeres amamantando por ser imágenes con contenidos sexual explícito (pensaba yo que iba a ser insuperable), el Vaticano nos trae una perla de calibre. Que las píldoras anticonceptivas atentan contra los derechos humanos porque la orina que vierten las mujeres que la toman contamina y es responsable de la infertilidad de los hombres.

El médico que lo ha dicho va camino de ser «tonto, muy tonto, más tonto». Por admitir que el Vaticano manipule sus afirmaciones (si es que no iban en ese sentido) o por afirmarlas creyéndolas de verdad.

Porque ese médico tendría que visitar alguna página de prestigio y mirar el amplio abanico de causas de infertilidad. Incluyendo contaminantes habituales que actúan como disruptores endocrinos. ¿Sabrá ese médico algo de ese concepto?

Digo yo que si algo provoca 4 unidades de consecuencias (por decir una cifra, es sólo un ejemplo), y otro algo provoca 62 (otra cifra), al primer algo habrá que dedicarle algo de atención y al segundo algo, que es más gordo, mucho más. Lo que no se puede es prestar atención a lo primero y obviar lo segundo, que es mucho más importante. Pues eso es lo que hace el médico éste y el Vaticano.

Si el médico, y el Vaticano, de verdad creen que las hormonas que contienen las píldoras anticonceptivas contaminan, en vez de proponer que dejen de tomarse, podría proponer un mejor reciclado. O la prohibición de disruptores endocrinos. Pero no lo hacen. Prestan atención a la causa trivial en vez de a la causa mayor.

Y si la píldora, realmente produjera infertilidad masculina, ¿no es más grave el cáncer de pulmón que provoca el tabaco,  o los problemas pulmonares que inducen los millones de automóviles, o la epidemia de diabetes adulta por el azúcar añadido a alimentos que no lo necesitan?

También cabe la interpretación alternativa. Que no sean tontos, sino muy malintencionado, muy maliciosos. Que sepan que es una causa trivial pero que, como les fastidia es que las mujeres puedan tener sexualidad sin consecuencias (algo que yo doy por ya demostrado), aprovechan cualquier resquicio para justificar su posición con apariencia de verdad.

Si eres mujer, ¿estás dispuesta a renunciar a la contracepción, y a la sexualidad con ella, por una eventual y no bien justificada contaminación, que no llegaría, ni de lejos, a tener los efectos de otras fuentes? La sexualidad es parte del desarrollo de la personalidad. La sexualidad incluye el uso del aparato reproductor para funciones diferentes de la reproducción. Decidir cada uno sobre su sexualidad es parte de la salud. Porque la salud es más que ausencia de enfermedad. Es bienestar. Y una sexualidad plena proporciona bienestar. No cualquier cosa es buena en la sexualidad. No vale todo. Pero lo que vale lo decide cada persona. O cada pareja o cada grupo. Nadie por él o por ella  o por ellos.

Ni tú ni yo.

Ni el Vaticano.

18 respuestas a «Tontos, muy tontos, los más tontos»

  1. Pedro

    El Vaticano y sus seguidores continúan su cruzada, les da igual que sea razonable o no, lo importante para ellos es no perder cuotas de poder. Su eslogan: «machaca que algo queda».
    Buen artículo, y divertido. Seguro que a todos se nos ocurre otras cosas; pero vamos a darle ese premio tuyo con tanto resalte fonético: «Son tontos, muy tontos, los más tontos».

    Saludos

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  2. carmen

    Es increíble y me produce una sensación de tristeza enorme pensar que haya personas que lo puedan tomar al pie de la letra y que se amarguen una faceta tan importante de la vida humana como es la sexualidad.

    Tengo 55 años y soy mujer, imaginaos lo que he podido escuchar sobre todo en mi adolescencia y primera juventud sobre el sexo…. he tenido que hacer una limpieza de mente considerable para ser feliz con mi cuerpo y disfrutarlo.

    Un abrazo y felices reyes¡¡¡

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  3. Javier G. Calleja

    El artículo es evidentemente una tontería con todas las letras. Nada que objetar.
    No me ha gustado el estilo del comentario de Pedro. Está en línea de ataque a la iglesia.
    Creo que es lógico que atacar las tonterías. «Enseñar al que no sabe».

    Criticar al Vaticano que es el que ha dicho esto, pero no todos los seguidores opinan lo mismo.

    Para los que no lo sepan no todo lo que dice el Vaticano es «dogma de fe». Más bien pocas cosas, el resto son consejos.
    En esta línea a mí siempre me han hablado de «paternidad responsable»: ten los hijos/as que creas que puedes atender de forma responsable. El tema de los anticonceptivos es, como otros muchos, un tema que a la jerarquía vaticana le gusta mucho, pero que no tiene mucha aceptación entre la base católica, ni siquiera entre la docritna impartida en cursillos prematrimoniales y similares.
    Es éticamente mejor el uso de acticonceptivos que el aborto. No es discutible.
    Por otra parte no todo el mundo es católico. Cada cual obre según su conciencia.
    No me enrrollo que no tengo la mente muy lúcida (se me acaban las vaciones….)

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  4. José Luis Castillo

    ¡Hola Javier y Pedro!

    Lo primero, me alegro de saludaros.

    Yo creo que los más perjudicados por esta historia son los creyentes que no piensan así. Para ellos, y especialmente para ellas, escribía. Yo pienso que, aunque a veces se nos escape algo, la mayoría (y ahí incluyo a Pedro, por supuesto) distinguimos entre jerarquía vaticana y miembros de la iglesia. Por lo menos, intentaba tenerlo muy presente cuando escribía el post.

    Pero también es verdad que hay pocas manifestaciones públicas y organizadas de miembros de la iglesia en contra de consejos emitidos por miembros cualificados. Que son esgrimidos como armas. Me falta una manifestación pública de alguna congregación en contra. Me falta alguna parroquia con una homilia discrepante.

    Es un tema complejo, en el que es fácil ofender, pero en el que hay que entrar con la esperanza de no hacerlo.

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  5. Javier G. Calleja

    Quizá no se salga en declaraciones públicas por varios motivos:
    – Repercusión mediática de lo oficial ( está claro que el Vaticano y más en estos temas tiene la habilidad de hacer buenos titulares )
    – Falta de peso de las voces discrepantes.
    – Falta de interés en discrepar (total para el caso que nos hacen a las «bases»)

    Por otra parte sí que hay voces discrepantes: los «oficiales» intentan acallarlas pero basta buscar un poco por internet.

    La realidad de las comunidades cristianas es más sencilla. En la mayoría de los casos se tratan los temas y a las personas con un esquisito cuidado. (La jerarquía se suele parecer más a un elefante en una cristalería – Y además no leen con frecuencia el evangelio, pues si lo hicieran se callarían más y también «amarían» más).

    ¡Un cariñoso saludo!

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  6. Javier G. Calleja

    Perdón. Parece que hoy estoy torpe…
    Si quieres, José Luis, oir opiniones en contra de la jerarquía, por un día la «COPE» o «RADIO MARIA» y verás la opinión que tiene la oficialidad a cerca de los religiosos y congregaciones: se les ve poco menos que a «tontitos» que se dejan manipular por el gobierno o por el «mundo».
    Mi «educación religiosa» no es de curas diocesanos, más cercanos a la línea oficial, si no de religiosos. ¡Y, aunque no se puede generalizar, no puedes imaginar qué diferencias!¡Parecen de credos o iglesias distintos!
    Y por eso son menospreciados por la jerarquía.
    Te pongo un ejemplo a fuer de ser pesado. Los religiosos y religiosas tienen desde hace décadas una organización confederada oficial llamada CONFER. Pues bien, como ahí los obispos no tienen nada que pinchar, se han inventado otra paralela a la que vehementemente instan a que participen los mismos religiosos abandonando la primera. No les va muy bien..,
    Perdón por el rollo.

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  7. Entizado

    Como ya habréis adivinado de tontos no tienen ni un pelo.
    Más bien como canta Serrat:
    Son el alma de la alarma, del recelo y del canguelo. Los chulapos del gazapo. Los macarras de la moral.

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  8. Pedro

    Nunca ha estado en mi talante ofender a nadie, pero es de lógica suponer que si alguien no sigue las normas del Vaticano no deba considerarse ‘seguidor’, por lo tanto ¿por qué se ofende?

    El comentario no sólo iba orientado al artículo de José Luis, sino a los grupos de poder que desde distintos estamentos, léase políticos, mediáticos y eclesiásticos, ideologizan los dogmas del Vaticano y les sirve de pretexto y contexto para determinadas batallas mediáticas con claros intereses políticos.

    A mi alrededor tengo personas muy cercanas que son creyentes cristianos y puedo asegurar que la distinción es meridianamente clara.

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  9. Javier G. Calleja

    Acepto las disculpas: realmente no eran necesarias.
    Sobre lo de si todos los cristianos-católicos siguen el vaticano… el vaticano es a veces muy contradictorio. Si teneís un poco de tiempo y curiosidad esta es una buena referencia para el tema que nos trata:
    http://www.atrio.org/?p=1567

    Sobre esta encíclica nos cuentan su versión otros católicos, no sólo la oficialidad.
    Un extracto del artículo:

    «Como formula exacta, técnica y atinadamente la Guía para las decisiones clínicas de anticoncepción de emergencia en los centros de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, “existe evidencia suficiente para determinar que estos fármacos, con la excepción de la mifepristona (RU-486), no ejercen ningún efecto sobre el embarazo una vez se ha producido la implantación en el endometrio. Por esta razón no es necesario realizar un test de embarazo antes de prescribir un anticonceptivo de emergencia”. «

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  10. xavier segui

    A la Iglesia, de siempre, no le interesan aquellas conductas que no sean reproductivas. El argumentario podrá ir cambiando con el tiempo.
    De joven, he sido «educado» en un colegio religioso, oía las argumentaciones del Dr. Tissot referidas a los peligros de la masturbación, que escribió sus textos allá en el siglo XVII.
    Por las mismas, no interesan los solitarios, ni el adulterio, ni la homosexualidad, ni cualesquiera otras filigranas con las que el cultivo del erotismo, manifestación de la vivencia de la sexualidad, podría deleitarnos. Es una pena, como se puede empobrecer la naturaleza humana.
    Te he oído decir en otro sitio lo de «los tontos». Creo que no sería ocioso instituir un premio anual a los «muy tontos». A lo mejor sirve para aprender.

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  14. José Luis Castillo

    ¡Hola Norma!

    Me parece que hay que discutir de todo. La autocensura no me gusta porque priva de la posibilidad de explorar ideas. Las ideas equivocadas también valen. Para perfilar las buenas. Y discutir de religión, donde lo que manda es la opinión, donde lo que cuenta es la creencia, muchas veces no lleva a nada, salvo cuando la religión confronta lo que sí es verificable, lo que no depende de una opinión, de una creencia.

    Cuando la religión colisiona con el hecho, invariablemente, la religión tiene que ceder.

    Muchas gracias por pasar por aquí.

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