Las células responden a los estímulos externos. Tienen que saber lo que hay fuera y, en función de eso, seguir funcionando igual, acelerar, frenar o cambiar de un modo de actuación a otro.
Cuando un estímulo de fuera provoca un movimiento de la célula, a eso se le llama tactismo (o taxis). Que puede ser positivo (me acerco al estímulo) o negativo (me alejo).
Tal logro lo consiguen mediante unas cositas que hay en la membrana citoplasmática. Los receptores de membrana. Son proteínas con forma. Con forma que encaja en otras formas. Y entonces cambian de forma.
¡Uf! ¡Qué lío!
No tanto, yo te cuento.
Lo que importa en una proteína es la forma. Mejor dicho, las formas, que puede tener varias. En alguna de sus posibles conformaciones (es que me he hartado de decir forma), se puede unir a algo. A algo que hace de interruptor. A algo que la enciende o la apaga. A algo que le provoca un cambio. A algo llamado ligando.
Y cuando se le une el ligando, se altera. Cambia su conformación. Y cuando se altera, puede alterar a otras proteínas a las que antes no podía. Pasa a activa (o no, o antes estaba activa y el ligando la torna inactiva).
A eso, a que una proteína esté en forma inactiva (o activa), se una a un ligando, y cambie a forma activa (o inactiva) se le da un nombre. Un nombre raro, por cierto. Alosterismo.
[kml_flashembed movie="http://www.medmol.es/assetsdb/swf/image1207731894.swf" width="300" height="307" wmode="transparent" /]
(Tomado de la muy recomendable Medicina Molecular, una página que deberías visitar tanto como puedas para conocer allí cuestiones relativas a tu salud).
¿Y? ¿Tan importante es el fenómeno llamado alosterismo? Pues sí. Porque con el alosterismo puedes detectar si hay fuera de ti (suponiendo que tú seas una célula y que las células sepan leer), fuera de ti, decía, una determinada sustancia.
¿Y? ¿Tan importante es que detectes que haya una sustancia fuera de ti? Pues sí. Imagina que eres una bacteria y te persigue un neutrófilo (una célula inmunitaria, de defensa). Con tus proteínas alostéricas vas detectando por dónde te viene. Y huyes por el lado contrario. O no. O imagina que eres el neutrófilo. Y te quieres comer a la bacteria. Con tus proteínas alostéricas vas detectando por dónde está y te acercas. Eso se llama tactismo positivo.
¿No te lo crees? Pues míralo tú.
[kml_flashembed movie="http://www.youtube.com/v/I_xh-bkiv_c" width="425" height="350" wmode="transparent" /]
Me enteré de este vídeo gracias a Microsiervos, que se enteró gracias a Novedades Científicas (Novaciencia), que se enteró gracias a Electrones Excitados. ¡Y es que esto de los blog es un no parar!
El año pasado probe una nueva experiencia con los alumnos. Como me encanta equivocarme probamos a hacer una práctica grabando video con las cámaras de fotografiar tan modernas de hoy y eureka, tenemos una coleccíon de videos de protozoos, algas, hongos, increible. Gracias a ese preciado curso de 1º de ESO tan motivado, no se os olvida. Pidieron más y tuvieron más.
Si os dejan los alumnos probar es genial como trabajo de investigación y equipo. De alumnos receptores a productores me encanta.
Pingback: Blog guía :: Ciencias Para O Mundo Contemporáneo » Persecución implacable
esto no lo entiendo la verdad no era lo que buscaba sin embargo me parecio cheere el video ok graxas por aortarme ayuda que no sirvio de nada pero me imagino que a muchos si