La presión que sufren los científicos para publicar (mucho de lo que ganan y mucho de su prestigio personal dependen de eso) puede hacer que algunos tomen malas decisiones y cometan fraude. Pero la ciencia es suficientemente robusta para que esos fraudes no progresen y se descubran. Realmente son muy pocos los científicos que se atreven a falsear resultados porque saben que, tarde o temprano, se sabrá.
Pero hay un problema mayor. Que no es fraude, sino mala práctica: torturar los datos. Hasta que digan lo que se quiere que digan. Y sí, con la estadística es posible. Ocurre que en psicología más de la mitad de los artículos publicados llevan conclusiones no reproducibles. Más de la mitad son mala ciencia… Un artículo no reproducible en cualquier cosa que se llame ciencia es, solamente, un hallazgo. Pero sus conclusiones no valen aún, no crean conocimiento objetivo. Son un paso hacia él, pero no son él. Y puede que incluso un mal paso, si los datos son interpretables de otra manera con otra estadística. Son estudios que muy bien pueden estar sesgados por opiniones, creencias, prejuicios…
La ciencia necesita depurar muchos de sus resultados para no hacer pasar por objetivo (ciencia) lo que es subjetivo (creencia). Por eso importa aclarar la mala ciencia. Para que retire la creencia falsa y deje que crezca la creencia válida. Porque la creencia no es un problema allí donde la ciencia aún no ha entrado. Al contrario, es la fuente de la ciencia.