Tratando de resumir un año (2010-11)

Aviso… Esta página, como resumen que es, va cambiando, va modificando sus contenidos. No pretende mostrar una cronología ni nada por el estilo. Y, en cierto modo, es falsa. Pues no cuenta bien los contextos en los que sucedieron las cosas. Más bien cuenta las cosas a la luz del proceso final. Reordenándolas, integrándolas, tratando de que encajen. Tratando de descubrir qué pasó, más allá de la coyuntura que generó lo que pasó. Es más bien un esfuerzo de análisis y síntesis que de narración fiel.

La idea

Este año, con la entrada de la escuela 2.0, hay algo clave para mi: ayudar a que el alumnado muestre sus productos, resultado de procesos de construcción colaborativa de conocimiento competencial a partir de la información. Y que lo haga en un portafolio personal que le pueda acompañar el resto del tiempo que esté en el sistema educativo. En otras palabras. Que allí acumule, de una manera sencilla, evidencias de su aprendizaje, construido social y competencialmente. Y que evalúe su trabajo y el de otros, y evaluando oriente su aprendizaje.

Dicho así parece bonito y sencillo… Y no, no, para nada.

Las dificultades

La primera dificultad está en conseguir un cambio de rol del alumnado. De ser pasivos, de estar acostumbrados a un tratamiento más o menos repetitivo de la información, a otro enfoque, mucho más activo, pero también más exigente. Que supone más horas de trabajo: cada hora de clase. Que supone convertirles en personas que buscan información y la seleccionan, con criterio; que crean contenido y lo comparten con los demás; que acceden a contenidos de otras personas y les facilitan su opinión; que hacen uso razonable de esos contenidos compartidos; y, sobre todo, que lo agradecen.

Eso lleva tiempo aprenderlo. El alumnado está acostumbrado a trabajar son poco complejas, muy directas (toma de apuntes, subrayado, identificación de ideas principales y secundarias, preguntas directas sobre textos que contienen la respuesta). No es trivial buscar información (siempre está el riesgo de acceder a cualquiera, tenga o no valor). No es trivial seleccionar información (siempre está el riesgo de copiar y pegar sin sentido y sin convertir información en conocimiento). No es trivial cotejar fuentes de información distinta y llegar a una síntesis. Como tampoco es trivial emitir un juicio acerca de la fiabilidad de una fuente basándose en la fiabilidad de otra. Y, por supuesto, tampoco es trivial generar contenido (bajo la forma de mapas mentales, texto, imágenes o vídeo) y compartirlo (siempre está el riesgo de expresarse mal y sentir cierta… vergüenza por ello. Por último, no es nada trivial opinar con criterio sobre el trabajo de los demás (siempre está el riesgo de hacerlo de un modo superficial, o brusco). Tampoco es trivial ser agradecido, sin caer en extremos.

Y sobre todo, no es nada trivial convertir la información en conocimiento, mediante procesos competenciales y colaborativas. Porque los datos, sin contexto, sin uso, sin decisiones a las que puedan auxiliar, sin opiniones a las que puedan contribuir a variar… esos datos, por sí solos, no tienen gran valor. Además, esos entornos competenciales requieren que la información esté conectada entre sí, buscando activamente las relaciones entre los datos. Pero también con la propia vida en sus aspectos personal, social, laboral, ciudadano… Se necesitan contextos y relaciones entre ideas, además de la mera información. Definitivamente.

No, no… Esto no es nada sencillo. Hay que atravesar un cierto… desierto. Que provoca un cierto… vértigo. Porque cuando tratas de que el alumnado evidencie algo y no lo tiene, pues… ¡No hay maquillaje posible! No hay exámenes que uno pueda estudiar el día antes para aparentar que sabe. Mmmm… Me temo que la educación centrada en competencias es mucho más exigente de lo que la Administración supone… ¿Es fácil pedirle al profesorado que se dedique a fomentar el aprendizaje de competencias cuya adquisición tardará mucho, y que podrían afectar al nivel de las calificaciones emitidas? Aparentemente sí, pero en la práctica, donde existe una presión ambiental potente hacia la nota, no, no, para nada. El profesorado tenderá a evitar centrar el aprendizaje en aquello que perjudique la calificación de un número significativo de alumnos, aunque ese aprendizaje sea absolutamente necesario.

A pesar de eso, este año nos estamos dedicando a aprender a hacer todo esto. Sin maquillaje de ninguna clase. Sin tratar de mostrar solo lo positivo y ocultar lo negativo. Asumiendo que el error es parte del proceso. Y asumiendo que lleva tiempo, y tanto más tiempo al no estar implicado el conjunto del equipo docente, al no existir mecanismos para incluir este enfoque en la cultura del centro, al ser un trabajo esencialmente personal.

Y sí, sí. Si te preguntas si está siendo duro el trabajo, lo está siendo. Para empezar, poner a trabajar, cada día, todos los días, a casi 30 alumnos está lejos de ser trivial. A su lado, mantener el silencio durante una hora, esa tradicional actividad docente que nunca he comprendido, parece un juego de niños. No es de extrañar que este año me sienta permanentemente malhumorado y que algunas de mis formas sean muy autoritarias, más de lo que yo quiero. Para continuar, lo abandonado por la Administración Educativa que se siente un docente, cuando trata de llevar a cabo lo que esa misma Administración Educativa propugna. En sus diversos niveles, desde servicios centrales hasta los representantes de la Administración en el centro educativo. O el grado de incomprensión y recelo que se genera en el colectivo docente de un IES cuando la actividad no es la tradicional.

Pero…

Pero es que solo lo difícil tiene realmente interés. Al menos para mí, jejejeje… 🙂

En el aula

El escenario curricular lo creamos con tres documentos. Uno, que cuenta los contenidos curriculares (de 1ºESO, 2ºESO y 3ºESO Diversificación), otro que habla de las competencias desglosadas y un tercero que indica los escenarios, los contextos. Y, claro, los contextos que quiera facilitar el alumnado. El viaje, por tanto, es desde el currículum hacia el uso de las ideas, empleando contextos y relaciones entre dichas ideas.

La idea es tratar de que haya en el aula una serie de dinámicas que faciliten el uso de la información para la construcción de conocimiento. Esas dinámicas son variadas y han tenido un éxito diverso. Incluyen exploraciones individuales de la información (caza de ideas, imaginando ando) que culminan en una puesta en común (autoapuntes) y una contextualización (y recontextualización) que pueda orientar el aprendizaje hacia competencias. Se intenta organizar todo en una dinámica básica (juntando piezas juntos).

Así, mi rol es acompañar al aula al alumnado, facilitándole que convierta la información en conocimiento y usando para ello la conversación, la comunicación, la colaboración. Y la risa, cuando podemos.

No todas han tenido el mismo éxito, probablemente por elecciones erróneas de la herramienta. Ha sido el caso de los mapas conceptuales (ideas en-red(adas)). Pero también por la enorme distancia entre la manera directa y poco compleja de procesar la información en la que se encuentra el alumnado, y que te indicaba antes, y las formas más complejas que se pretenden.

No, no… No pienses que hemos logrado las metas, no. Lo único que estamos haciendo es recorrer el camino.

Pero un camino que, por lo menos, ya tiene nombre: hablar, escribir, leer, contextualizar, relacionar, compartir ciencia.

En los blogs

Esos procesos de aula dejan huella en forma de productos. Que son elaborados en google docs y se muestran en blogger (cada alumno o alumna usa una cuenta de Google que pertenece a sus familias, y para la cual tiene autorización de ellas). Se pide que en los productos, si copia, copie con buen sentido. Cuando hablemos de la evaluación se entenderá esta cuestión. Y se recomienda que, en vez de copiar, traten de elaborar ellas y ellos. Pero no se impide la copia. De hecho se fomenta, aunque la decisión depende de cada persona.

En los productos no se castiga el error o lo incompleto con notas suspensas. Es más, se alienta a que se muestre el error o lo incompleto. Porque mi acción docente se alimenta de su detección. Si no conozco allí donde se están equivocando, si no sé qué les puede faltar, mi trabajo se desarrolla a ciegas.

Que trabajemos el error o lo incompleto no significa que exista un referente al que el alumnado se deba ajustar de antemano. Existen orientaciones básicas pero se deja a la creatividad de cada uno cómo enfocar la información.

Aquí se deja un link a cada blog del alumnado.

1ºA 1ºB 2ºC 3ºB
Andrés Antonio Victoria B. Beatriz Ángel Pablo G. Laura
Jean Adriel Carlos Angee Alberto Alejandro Amanda
Javier R. Celia F. Fran José Miguel Álvaro Carmen Andrea
Celia B. Javiera Ángel Pablo A. Mª Jesús María Patricia
Javier S. Jorge Pablo P. Mª del Mar Luis Elena Guillermo
Marina Pablo Catalin José María José Manuel Julia Hind
Inara Rubi Antonio Julissa Daniel Marina José Manuel
Lucía Mariorvins Carmen Génesis Rubén Sanae José
Rosa Alba Isaac Miguel Ángel Silvia Eimy José Antonio
Álvaro Natalia José David Juan Felipe Virginia Pablo O. María del Mar
Pilar José María Rosa Sofía Miriam Mohamed
Alejandro Selene Víctor Victoria C. Pascual
Lourdes Rafa Alicia Antonia Rocío

Si miras lo que hay en esos blogs, probablemente te llamará la atención que se mezclan algunos con contenidos muy elaborados, contextualizados, interconectados… con otros muy poco elaborados aún, muy en la fase de datos, no de conocimiento. Y también verás blogs muy trabajados con otros no tanto. Bueno… Es la realidad. Incluso aquí faltan blogs de alumnos y alumnas que nunca los crearon, que nunca buscaron información, que nunca la convirtieron en conocimiento. No son muchos, pero existen.

Y es que llama la atención que las notas logradas por el alumnado en 1ª y 2ª evaluación coinciden bastante con las de otras materias que usan diferente metodología y criterios. Quienes han elaborado menos, quienes no han trabajado tanto, resulta que tampoco lo hacen en otras materias. Y quienes más trabajan, también lo hacen en el resto de asignaturas. La diferencia no parece estar en la nota sino, como te mostraré más tarde, al hablarte de evaluación, en que los aprendizajes sean más o menos duraderos. El alumnado que es absentista o no trabaja, con este tipo de metodología sigue siendo absentista o no trabaja.

Por tanto, esto revela, por mi experiencia, que la atención a la diversidad es más importante que nunca en la escuela tIC 2.0. Porque en una escuela orientada hacia un trabajo excelente aparecen brechas extraordinarias. Y que esa atención a la diversidad no es eficiente si se enfoca desde la acción docente individual. Muy al contrario, requiere trabajo planificado del equipo de profesores y el apoyo intenso del Departamento de Orientación.

Respecto a los comentarios en sus blogs, a sus trabajos, decirte que, inicialmente, me planteé tratar de que todas las presentaciones que han de elaborar tengan un comentario escrito. Todas tienen alguna referencia hablada, en clase, pero pensé que sería  importante encontrar los tiempos para reflejar en los blogs mi opinión sobre su trabajo. Y porque los comentarios evidenciarían el proceso, lo que ha ocurrido durante la elaboración del producto. Pero no lo estoy consiguiendo como deseo. Así que al final opté por concentrarme en 1ºESO. Ahí sí voy casi al día, casi al 90%.

Comentar es un trabajo exigente en cuanto a tiempo. Y no logro hacer un seguimiento completo del trabajo de todos y todas. No logro colocar más de un comentario. Y apenas consigo, aún, que reelaboren en función de lo que les digo. Esta es una cuestión que aún no tengo resuelta de una manera eficiente. Y es que son 86 blogs (algunos alumnos se han quedado por el camino, lamentablemente). Así, 52 que deben tener unas 35 presentaciones (1º ESO); 21 con unas 30 (2ºESO); y 13 con unas 45. O sea, que, en teoría, al acabar el curso debería haber formulado 3035 comentarios…

Definitivamente, si la escuela 2.0 tiene que funcionar, tendrán que existir horarios 2.0, en los que el docente mantenga atención virtual al alumnado. Y tendrán que ser en función del número de alumnos, no del currículum de la materia.

El planteamiento actual ha evolucionado. Ya no es tanto que yo formule comentarios, que también, como enseñar al alumnado a realizar comentarios. Que, llamativamente, es mucho más complicado que enseñarles a elaborar contenido. Porque implica evaluar, opinar, razonar… Hemos creado una rúbrica entre todos, pero aún la usamos poco, aún hay que trabajar más todo esto antes de que finalice este curso…

La oralidad

La oralidad me preocupa. No basta con preparar presentaciones, despues de obtener y seleccionar información, de aplicarla a contextos, etc… Creo que es importante también la comunicación oral. Y no me refiero a una comunicación de uno a muchos, como si fuera una conferencia, no. Me refiero a una comunicación de muchos a muchos. ¡La conversación!

Y para eso vamos a trabajar una idea gestada en un segundito en twitter. Y que nos abre una toda una línea de trabajo. El alumnado podría tratar de hacer un clon de las conferencias TED. Me da igual que logren más o menos calidad. No son monos de feria. Son personas aprendiendo y cometerán errores y aprenderán de ellos.

Sí, sí, definitivamente hemos iniciado esa línea. Antes de que haya finalizado el curso, deprisa y corriendo, pero lo hemos hecho. Y le hemos llamado «ED talks» o «Hablamos de ciencia».

Y es que sin la oralidad nos quedamos cojos. Escribimos y leemos, dibujamos y miramos. Pero si escuchamos también hay que hablar. Aprender a hablar no es trivial.

También ha dado tiempo, al final, a que el alumnado haga una valoración. No todo. Solo el de 3º ESO de Diversificación. Que es el que más problema ha tenido adquiriendo conocimiento clásico, pero en el que más se ve una evolución en la forma de trabajar, sin duda.

La evaluación

Todos estos procesos y productos tienen que rendir, para merecer la pena, aprendizajes contextualizados, interconectados y duraderos. La evaluación debe evidenciar eso. Y su función no será crear calificación. Repito. La evaluación no producirá calificación. Solo evidenciará que se hayan producido el aprendizaje. O, en caso de ser negativa, debe servir para orientar hacia ese tipo de aprendizajes.

Así, si los aprendizajes son duraderos, no será relevante que el alumnado conozca la fecha. Podrá suceder en cualquier momento. Y no necesita ser exhaustiva. Solo requerirá evidenciar que el aprendizaje ha sucedido. Y, en caso contrario, mostrar caminos para que ocurra. Porque lo que de verdad importa son los procesos y, en menor medida, los productos. Si están validados por la evaluación.

Para dar un elemento curricular por validado se realizan breves ejercicios escritos. El examen de siempre, vamos. Aunque… No exactamente, no…

La pregunta gira sobre ideas básicas, sí. Pero conlleva una aplicación del conocimiento a un contexto. O la búsqueda de una relación con otras ideas (de esta o de otras materias). Cabiendo la posibilidad de que el alumnado elija o cambie ambos elementos. Y es que algo, para ser competencial, requiere contextos y relaciones. Contextos porque con ellos encuentra su aplica a situaciones, a problemas en los que es importante saber eso para tomar mejores decisiones. Relaciones porque las ideas no existen aisladas sino que concurren varias de ellas para resolver, o generar, o decidir algo.

Si no se considera superada, no produce nota, sino que implica algún tipo de ejercicio de refuerzo (construcción colectiva de guiones, elaboración de algún tipo de texto, o un gráfico, o alguna actividad que sitúe la idea en un contexto; cuyos resultados se incorporan al portafolio). Y habrá nuevas oportunidades para superar ese elemento curricular. Sin más límite que la finalización del curso.

Se trata de un proceso realmente rápido y bastante aceptado por el alumnado. Aunque los hay que dicen preferir un cero antes que tener que hacer una redacción de una hoja por las dos caras, jejejeje…

¿Tenemos criterios de evaluación? Sí, sí tenemos. Hechos entre todos. Pero no tienen la forma de rúbrica clásica y, desgraciadamente, todavía el alumnado no les presta mucha atención… No sé si saben que yo sí.

¿De dónde surge, entonces, la calificación? Del día a día. Cada día genera una anotación para el alumnado. Mejor dicho, genera una anotación si ha habido incidentes fuera de lo considerado aceptable. Tanto en sentido negativo como positivo. Y surge de la actividad del alumnado mostrando sus procesos en productos. Y también del trabajo del alumnado reelaborando sus productos una vez identificados aspectos mejorables (el error o la insuficiencia no generan calificación, pero mantener el error o la insuficiencia sí).

Las familias

Poco a poco. Pero sí, las familias van llegando a la educación. Gracias a que los procesos de aula se evidencian a través del portafolio. Aún no he logrado que comenten los blogs de sus hijos e hijas, ni que nos juntemos a hablar muchos de su marcha. Unos pocos, algunas veces, sí. Y os aseguro una cosa. Eso de que las familias «molestan» en educación tiene mucho de mito. Con diferencia, es el sector educativo en el que más apoyo he encontrado. Con diferencia.

Pero sí creo que su entrada en los blogs, incluso en la evaluación, tiene que producirse de un modo seguro. Y eso no surge de un día para otro.

La exportación de la idea en el centro en el que trabajo

Todo este trabajo tiene la vocación de ser puesto a disposición del resto del profesorado de mi centro. Especialmente el de los equipos docentes en los que me integro. En ese sentido, un blog de aula, puesto a disposición del alumnado para explicar cuestiones técnicas y las dinámicas de trabajo, ha sido compartido con el profesorado de matemáticas y lengua. Y el alumnado también va mostrando en su blog personal trabajos de matemáticas. Es cierto que aún queda un área de desarrollo enorme para esta colaboración. Que está en los inicios y apenas hemos andado, vamos. Pero también es cierto que es una experiencia interesante la de compartir blog el equipo docente. Eso sí, se abre la promesa de poder generar pequeños proyectos o tareas compartidas, que le permitan al alumnado una visión más global, más integrada. Una promesa, no una realidad. Aún… Mi esperanza es que, antes de final de curso, ese blog de aula evidencie, al menos, una tarea de este tipo.

También se está trabajando en la puesta a disposición del Departamento en el que me integro. Invitando al profesorado a las clases reales, mostrando cómo se actúa en el aula y proponiendo que usen esta dinámica por sí mismos con mis alumnados. E inicialmente el resultado está siendo positivo, aunque también queda por concretar cómo se podría aprovechar la experiencia cuando un docente diferente les imparta esta materia.

Y también a disposición del Departamento de Orientación, que, aunque manifiesta su inequívoco interés, aún no hemos logrado que fructifique en ninguna acción concreta.

Cómo no, se quiere poner a disposición del Equipo Directivo esta dinámica para que explore las posibles maneras de usarla, en todo o en parte, para incorporar aquellos aspectos que se consideren positivos a la cultura del centro. Sin resultado aún. Y como no podía ser de otro modo, se ha intentado poner en conocimiento de la inspección para recibir las orientaciones oportunas. Sin resultado aún, tampoco. Quizá es un año complejo, con eso del ROC… Tal vez en sucesivos cursos. Yo no pierdo la esperanza. 🙂

Y que conste que la gente del equipo directivo de mi centro es muy, muy, buena gente. Más allá de las profundas discrepancias didácticas que mantenemos, les quiero reconocer su talante personal. Y que conste la afabilidad del servicio de inspección en las breves ocasiones en las que hemos coincidido. 🙂

La colaboración más allá de los límites de un centro

Pero, si uno se cree lo tIC 2.0, las paredes de un centro no existen. Por tanto, debería ser posible colaborar con otros docentes. Y si eso es bueno para el profesorado, también lo merece el alumnado. Debería ser posible que alumnados de distintos lugares pudieran colaborar. Y en esas estamos…

Ha sido sorprendente lo fácil que ha resultado construir elementos para la colaboración. Estos se han centrado en una temática que pudiera ser compartida por cualquier alumnado: el futuro incierto. Tomando como referencia el año 2030, se han lanzado dos ideas que, inmediatamente han tenido eco en el alumnado. En cuestión de uno o dos días se han construido dos preguntas: cómo sería un mundo solo con energías renovables, ausentes las no renovables; y como podría ser el ciclo del agua en 2030. Y han surgido dos cuestiones más, aún por desarrollar, pero que, al ritmo al que vamos, estarán listas en unos días: cómo sería el mundo en 2030 si descubriéramos la fotosíntesis artificial; cómo sería el mundo en 2030 si descubriéramos la manera de fabricar células.

En esos elementos para la colaboración, el alumnado ofrece preguntas y elementos curriculares relacionados con las preguntas. Las presenta y espera comentarios que pueda recibir de otros alumnados. A la inversa, estamos listos para visitar los lugares que se nos indiquen y comentar allí. Eso no significa que las presentaciones o los comentarios sean buenos o tengan gran nivel (que los hay que los tienen). Eso significa que aprendemos haciendo y conversando.

¿Y el año que viene?

Pues… Pues a empezar de cero si tengo alumnado nuevo. Pero con las ideas más claras después de haber vivido esta experiencia de escuela 2.0. O a continuar y profundizar con el alumnado que ya tenga si repito con ellas y ellos. Porque todo esto está a medias. No hay nada acabado, no hay nada definitivo. Y no tengo ni la menor idea de si alguna vez llegaré a ese estado.

¿Mi intuición? Que este primer año ha sido duro. Muy duro, la verdad. Pero que, probablemente, con la ayuda de las personas de las que se alimenta mi aprendizaje, en twitter fundamentalmente, pero también en mi IES (¿verdad Manolo Rubia? ¡Es un lujo contar con tu ayuda y con la de César Bernal! 🙂 ) , el año que viene pueda ser un año glorioso.

¿Por qué lo de glorioso? Porque soy del Atleti… Y los del Atleti nunca perdemos la esperanza…

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2 respuestas a «Tratando de resumir un año (2010-11)»

  1. Londones

    ¿Glorioso? No se si esa sería la palbra que colocaría, tras esta lectura …honradez y transparencia ¡seguro!!!!!!!!
    Mi mas cordial enhorabuena por las horas que esta reflexión lleva detrás, la seriedad con la que esta hecha y sobre toda la honradez.
    Un saludo
    Mercedes

    Responder
  2. Pingback: Evaluación y metodología, íntimamente ligadas « En buena compañía (blog de tutoría)

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