Los ecosistemas cambian.
¿O no?
Los hay que sí, que cambian rápido cuando el entorno cambia rápido. Y los hay que no. Y está bien. Un ecosistema bien desarrollado no tiene por qué estar alterándose ante cualquier circunstancia del medio, ante cualquier modificación que suceda. Porque puede ser algo temporal. Esa es una característica de los ecosistemas maduros, evolucionados. La resistencia.
También puede suceder que ocurra un cambio gordo, una perturbación con tintes de catástrofe. Pero cuando acabe, el medio volverá a ser como fue. Y el ecosistema también debería hacerlo. Volver a su modo de funcionamiento normal. Recuperarse como si nada hubiera pasado. Eso es la resiliencia.
Dos palabrejas difíciles pero dos ideas fáciles.
El problema es cómo lograrlo.
Pues mediante propiedades emergentes. ¿Que qué son? Eso lo conté en «Algo sobre propiedades emergentes«. Si recuerdas, eran las propiedades que aparecían cuando varios elementos interactuaban entre sí. Nacían de un elemento que influye en otro, y ese en otro, y así. Bueno, pues resiliencia y resistencia son propiedades emergentes. Nacen de las interacciones.
Así, un ecosistema aumenta su resistencia con el número de especies que hay, lo cual hace que aumente el número de interacciones. Lógicamente, a más jugadores, más oportunidades de chocar, de influir unos en otros.
¡Hombre! Hay un límite. El ecosistema tiene una energía limitada. No caben todos. Hay un máximo de diversidad, de especies diferentes que puede haber. Y las especies nuevas que se añadan a un ecosistema que está funcionando deben encajar. No vale cualquiera. No se trata de ser muy buena, se trata de ser muy buena en compañía.
Así que, si quito de un ecosistema especies, quito interacciones. Si quito interacciones quito resistencia y resiliencia. Si quito resistencia y resiliencia hago que el ecosistema evolucione hacia un estado más sensible a las perturbaciones, a los cambios del medio. Más fácil de destruir.
Y los ecosistemas me dan bienes y servicios. Que puedo perder si el ecosistema se deteriora.
Un bien que logro de los ecosistemas marinos es la pesca. Pero nos hemos pasado. Hemos esquilmado los mares. Y el resultado ha sido que especies que no se pescan, y que eran comidas por las especies pescadas, han proliferado. Lógico. No las atacamos y les quitamos a los que las atacan. Especialmente las medusas.
Y sucede una cosa curiosa. Los ecosistemas marinos con medusas y sin peces son muy resistentes y muy resilientes. Porque las medusas, que son comidas por peces, comen a su vez larvas de peces. Comen a sus depredadores cuando son pequeños. Si las medudas aumentan en número pueden llegar a una situación en la que impidan a los peces que se las comen sobrevivir. Y eso es muy difícil de cambiar.
¿Te apetece ir a la playa y no poder bañarte? ¿Nunca más en tu vida? Y sin peces. No es ciencia ficción. Es una posibilidad. Que ya ha ocurrido en el Mar Negro. Y que vamos camino de cumplir en muchos otros sitios.
La resiliencia y la resistencia no siempre la exhiben los ecosistemas maduros. Cuando la muestran ecosistemas perturbados puede ser muy perjudicial. Puede ser muy difícil sacar a un ecosistema de un atasco. Y muy caro.
Y todo porque las propiedades emergentes, las interacciones que las producen, sirven para que surgan cambios, novedades. O para impedirlas.
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wow!soy tu fan…gracias!!! muy interesante tu blog, no he visto todo, pero ya he leido un par de cosillas…
gracias de nuevo
¡Hola Estudiante!
Encantado de que estés por aquí cuando quieras. 🙂
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Hola José Luis, muy bueno lo tuyo, entré buscando algo sobre propiedades emergentes y luego seguí «mirando»… Elogiable tu claridad conceptual y lo ameno de las explicaciónes: Felicitaciones! muy útil, muchas gracias.
Más que respuesta pregunta¿Ayuda?!!!!!!!!!!, porque las ecuaciones de Lotka Volterra funcionan para la naturaleza, pero no así para el campo???
Buen día Señor José Luis,
Muy buenas las explicaciones, sencillas y con ejemplos.
Sobre resistencia y resiliencia, le agradecería referencias bibliográficas de documentos sobre estos temas en ecosistemas acuáticos.
Muchas gracias.
¡Muchas gracias!
Siento la tardanza en responder porque tengo el blog algo abandonado… 🙂
Me alegro de haber sido útil. 🙂
hola, feliz y fortalecida por el manejo didáctico del tema… ¡¡ yo camino más en temas de sicología y resiliencia, mas los dos enfoques se complementan … y si el asunto es manejado como tú lo has dado… buenazo.. ¡¡ Gracias
Me ha aclarado perfectamente la diferencia entre resistencia y resiliencia, Muchas gracias