Por qué existen mitos en general. Y por qué esos mitos afectan a la salud.
Tiene que ver con el modo en que funciona nuestro cerebro.
Somos hijos de la tierra en la que surgieron los homínidos. Evolutivamente, estamos preparados para la sabana africana, no para la ciudad. Para una vida de privación y de riesgo, no para cinco comidas al día y sueño seguro. Nosotros no tenemos recuerdos de ese tiempo (hace entre pocos miles de años y no más de cinco millones de años). Nuestras mentes no. Pero nuestro cuerpo, nuestros genes sí lo recuerdan. Cada día.
Tenemos un cerebro preparado para razonar. Si hay tiempo. Pero en la sabana africana, la mayoría de las decisiones tenían que tomarse con cierta celeridad. Así, nuestro cerebro no busca la mejor respuesta ante un problema. No lo hace habitualmente. Busca la primera que parece razonable. Cada individuo del grupo la busca. Y luego, la somete a consenso. No lo hace de manera consciente, sino que mira qué hacen los demás. Y si coincide, se refuerza la postura. Y si no coincide, se memoriza, por si acaso, pero se suele adoptar la que muestra la mayoría del grupo.
Todos los días actuamos así y no nos damos cuenta. Pero si reflexionamos, sí que percibimos lo mucho que miramos a otros cuando nos encontramos en una situación novedosa.
De ahí los mitos.
¿Cómo? Sencillo. De alguna manera, alguien idea una respuesta a una situación. Y la repite mucho. P.ej., a través de los medios de comunicación. Esa idea cala en mucha de la gente que no sabe cuál es la verdadera respuesta a la situación en cuestión. Y la toman por cierta. Porque se repite mucho.
No creáis que la especie humana es distinta de muchas otras. Los sistemas de toma de decisión colectiva son frecuentes en la naturaleza. Se conoce bien cómo funcionan, p.ej., en abejas.
Pero pongamos un ejemplo. En verano tenemos sed y preferimos alimentos que contengan agua a los que no. Es decir, preferimos frutas y verduras a grasas y glúcidos. Lógicamente, puede ocurrir que perdamos algo de peso. Quizá no entendemos bien por qué estamos estilizando nuestra figura. Mientras tanto, alguien, propietario de una empresa de agua embotellada, nos repite cientos de veces, en un anuncio, que el agua adelgaza. Como la idea parece razonable y la oímos mucho, la damos por buena. Y a su vez nos convertimos en reemisores al contársela a otros. Si alguien opina diferente, no se atreve, ante tanto bombardeo, a expresarlo, y termina por rendirse a la idea más repetida.
Ya hemos creado un mito sobre la salud.
Para buscar más mitos, sólo tenéis que ver la televisión.
Y, ojo, que algunos mitos luego pueden ser ciertos. Pero deberíamos investigar antes de lanzarlos, no?
Esto nos da una muestra del alcance del ambiente en la formación de una persona y como influimos en los demás ¿no?
Una pregunta sin importancia: ¿Cuanto tardaremos en acostumbrarnos a la ciudad y no a la sabana? ¿hay alguna manera de reescribir los genes?
A la primera pregunta: ¡¡¡puffff!!! Si es que alguna vez lo logramos. Mejor será conocerrnos, conocer nuestra biología, y tratar de adaptar la ciudad a nosotros. O cambiar de ciudad (y convencer a nuestros amigos para que se vengan con nosotros).
A la segunda pregunta. No que yo sepa. Todavía. Veremos qué ocurre con la clonación.
Aunque…
http://archives.cnn.com/2001/HEALTH/01/11/green.monkey.02/
No sé…
Hola. Muy buena comunicación.
¿Podrías decirme la bibliografía que manejas en los temas de Neurobiología y antropología?.
Gracias.
Revista Mente y Cerebro. Pero ahora no tengo la cita exacta (qué número, qué artículo). La busco con calma. Para las abejas, Investigación y Ciencia. Pero tampoco localizo el número exacto. Siento ser tan inconcreto por ahora, pero quería responder rápido. Dame un par de días.
Hay políticos que basan sus estrategias en este hecho. Supuestamente el ser humano no es una especie de las que se denominan «gregarias» al menos no mucho, no somos como las cebras o animales por el estilo, pero creo que el ser humano se ha «gregarizado»; Debido a la existencia de ciudades, supongo.
Esto da lugar a cosas terribles, como que alguna gente piense que los preservativos son reutilizables, o que si te tomas un cafe con sal se te quita la borrachera, digo estos por poner 2 ejemplos relacionados con salud. Como se suele decir: «Mejor prevenir que curar», asi que no cuesta nada informarse de si algunas cosas son ciertas o no. Desconfía y acertaras, si a Descartes le fue bien…
Perdon si el verbo «gregarizar» no existe, pero es que no encontraba uno que me sonase con un significado parecido.
salu2
Pingback: Blog de José Luis Castillo » Blog Archive » Mitos y conspiraciones
Pingback: Blog de José Luis Castillo » Blog Archive » ¿Reescribir los genes o un camino más fácil?
Pingback: Mitos y conspiraciones | José Luis Castillo Chaves