Lleva mucho tiempo Miguel Ángel Sabadell escribiendo y denunciando la pseudociencia. Esa que encuentra mucho hueco en televisión porque es llamativa, porque fabular al respecto es sencillo (puedes decir lo que quieras y darle aspecto científico). En su blog y en Público.
Llama la atención que la pseudociencia tenga hueco en la mente de un porcentaje de la población nada desdeñable. Sólo hay que mirar en los foros de internet, en la parrilla de programación de algunos canales de televisión, el los programas favoritos de la gente. Con el peligroso efecto colateral de que, con un nivel tan alto de cadacidad para llegar al público, compite con el profesorado de ciencias.
Me llama la atención que se invierta tanto dinero en formar a la gente en lo básico de la ciencia y que luego no se proteja. No, desde luego, en los medios de comunicación. Que siguen teniendo un papel de servicio público aunque muchos lo hayan olvidado. Y que es una pena que entren en contradicción con el sistema educativo. Ningún medio de comunicación debería entrar en contradicción con el sistema educativo. Ese que, mejor o peor, es el responsable de que la gente sepa. Ese que, con más o menos acierto, cuesta tanto.
Las consecuencias pueden ser desde benignas y triviales (algo como lo de «La guerra de los mundos») a otras mucho más insidiosas (cómo se ha usado la pseudociencia por parte de intereses empresariales para ahogar durante bastante tiempo cuestiones tan evidentes, científicamente, como la insalubridad del tabaco o el cambio climático global).
A mí me gustaría ver cómo el trabajo de los profesores es protegido, en vez de dedicar parte de mi tiempo a desmentir lo que cada canal que ha visto el alumnado cada fin de semana le cuenta mal.
A mí me gustaría que las noticias no contaran sólo los resultados de una investigación, sino también cómo se ha llegado a ellos. Para que luego no llegue cualquiera y dé otros resultados contradictorios sin más, sino para que tenga que poner sobre la mesa tantas horas como lo que discute.
A mí me gustaría que la televisión, que es un servicio público, contara cada día algo sobre ciencia, independientemente de que sea noticia. Que lo haga noticia, quiero decir.
A mí me gustaría que este blog, y miles como él, no fuéran necesarios para que la gente pueda obtener información razonablemente fiable.
Pero mejor que no. Me acabo de arrepentir de lo que estaba diciendo. Mejor que no protejan las instituciones su inversión en educación. Mejor que dejen eso a la iniciativa de muchos como Malaciencia.info, que explican con detalle qué está mal y por qué. Son como una ONG de la ciencia. Que, como todas las ONG, son la vergüenza de las instituciones, porque cubre lo que éstas no cubren.
He cambiado de opinión porque me fío más de Malaciencia.info, y de muchos como ese sitio, que de un programa de televisión por bueno que sea. Mejor dejar que la televisión termine desprestigiándose definitivamente.
Y nosotros, cada uno con su granito de arena, a lo nuestro.
Nosotros ya sabes: a luchar en clase, a dedicar tiempo a enseñar a ser críticos, a saber escuchar, a motivar a alumnado que merece la pena el esfuerzo mental para conocer en declive de la flojera intelectual.
Me alegra leer tu entrada, porque hay pocos profesores que nos «saltamos» el curriculum un poquito para poder enseñar lo interesante de la ciencia.
¡Qué razón tienes, José Luis!
Yo llevo ya 4 años en la universidad intentando también proteger la ciencia de la pseudociencia. Afortunadamente, no me va mal del todo. Imparto una asignatura llamada «Física en la Ciencia Ficción» y mantengo un blog con el mismo nombre.
Entre todos, podremos, sin duda.
¡Ánimo y no decaigamos!
Totalmente de acuerdo con tu entrada, José Luis. Es lamentable la cobertura que los medios de comunicación dan a la pseudociencia en comparación con la proporcionada a la ciencia. Ciertamente, la pseudociencia es llamativa, no requiere esfuerzo intelectual alguno y, sobre todo, es muy fácil de «vender», porque conecta muy bien con nuestros miedos y anhelos más básicos. Pero esto no significa que no se pueda hacer muy buena (y entretenida) divulgación científica.
Y, sobre todo, los medios tienen una responsabilidad social, como los poderes públicos y el profesorado (cada uno en su medida y con sus peculiaridades). En este contexto, la de informar sobre una de las más apasionantes aventuras colectivas emprendidas por la humanidad: nuestro intento de comprender racionalmente el mundo que nos rodea.
Por cierto, ¿qué opinas de la nueva asignatura «Ciencia para el Mundo Contemporáneo» de 1º de Bachillerato? A mi me parece que, bien trabajada, puede ser un instrumento útil -aunque insuficiente- en nuestro intento por hacer de la ciencia una parte viva del bagaje cultural que todo ciudadano debería adquirir.
A mí, la materia, me gusta. Lo que pasa es que lo digo con vergüenza, porque oyes tantas críticas al tema que casi piensas «¿estaré equivocado?». Lo de menos es el temario actual, que me parece un poco descompensado. Lo de más, para mi gusto, es que se reconozca la necesidad.
Porque era curioso que, lo que se llama Bachillerato de Ciencias sea, en realidad, el Bachillerato más completo, más equilibrado, en el que los alumnos reciben tanto formación científica como humanística (como si la ciencia no fuera un rasgo tan humano como el arte).
Creo que lo de menos es si beneficia al profesorado de ciencias. Creo que lo de más es que beneficia a un alumnado que tenía perdida esta parte de la formación.
Ahora sólo falta incluir derecho y economía de alguna manera, y, quizá, logren los alumnos una cierta formación integral.
Gracias, como siempre, por tus comentarios. La solidez de tus opiniones me impacta. Si dices que está bien lo que he escrito, es que está bien. La pena de los blogs es que la gente tiende a alabar lo positivo pero no se comentan los errores por miedo a ofender. Por eso me hace falta gente como tú. Mucha falta. Me ayudaste a mejorar una entrada y te lo agradezco un montón.
Para Eugenio Manuel:
Para eso están los profesores, para dar el toque a los currículums. Yo, de lo que me alegro mucho, es de que detrás de todo el movidón que estáis creando (quedada de blogueros, intensa interacción, etc.) está el enorme beneficio que los alumnos van a lograr. Porque es gratificante en sí, pero lo genial es cómo mejoran las clases. ¿Convendría preguntarles a ellos si notan cambios en nuestra forma de enseñar respecto a otros profesores, clásicos (y buenos, que lo clásico no es malo) al cabo de un tiempo, cuando nuestros blogs sean maduros y hayan superado el año o los dos años?
Para Sergio:
Perdona que haya demorado la respuesta. Es que estaba mirando tu blog, que no lo conocía. Eso de «como disculpa» me gustó. Porque parece que hay que pedir perdón por hacer divertida la Física. Tal y como planteas tu blog es genial, me gusta mucho. Y no creo que eso sea lo mejor. Lo mejor es que es útil. O yo lo veo así.
Muchas gracias por comentar y darme la oportunidad de mirarte.
Tus elogios me sonrojan. Tú si que haces un gran trabajo con este blog, tan completo y atractivo. Ojalá pudiera yo escribir tantas cosas interesantes sobre tantos temas. Por ahora, me limito a intentar que mis alumnos de Ecología se animen a aprender sobre ciencias y disfruten haciéndolo.
Y después de las flores, mi opinión sobre la asignatura de la que hablamos. Vuelvo a estar completamente de acuerdo contigo. Me parece muy importante que todos los ciudadanos tengan una formación básica en las ciencias, no sólo en sus contenidos esenciales, sino en sus procedimientos (que la distinguen de la pseudociencia) y en las relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad. Lamento que haya tantas opiniones contrarias a la asignatura, especialmente cuando quienes las sostienen son profesores de ciencias. Esto último revela, en mi opinión, un problema de nuestra formación inicial y nuestras concepciones sobre las ciencias y su enseñanza.
En cuanto al currículo de la CMC, siempre se puede «matizar» en nuestras programaciones de aula. Confío en que, con el esfuerzo de todos, las cosas vayan mejorando.