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Estimado Profesor Jose Luis, agradezco tu sabiduría compartida. Hace varios años que te sigo en la Web, busco tus artículos, he seleccionado para mis alumnos textos tuyos. Comparto tu mirada sobre el rol docente. Sos un gran referente para mi. Gracias!!
Muchísimas gracias, Verónica. Tengo el blog algo abandonado y ha tenido que cambiar de sitio. Pero comentarios como ese me motivan para volver aquí, reflotar entradas y agregar más. Gracias de nuevo.
Hola José Luis, me ha encantado tu manera de abordar la programación de aula, tenemos criterios comunes.
Visto el programa de contenidos, me permito enlazarte algunas investigaciones en las que me hayo inmersa por si pueden servirte para tus clases y podemos encontrar un lugar para el debate enriquecedor:
En cuanto a «Vivir más, vivir mejor», tanto las evidencias de la Nueva Medicina Germánica (http://www.materialdenmg.com/5-leyes-biologicas/primera-ley-biologica.html) como la medicina taoísta (http://www.freewebs.com/tonibanez/El%20Tao%20de%20la%20salud%20el%20Sexo%20y%20la%20Larga%20Vida-Reid,%20Daniel.pdf) aportan una relación esencial entre el órgano, la psique y el cerebro, trabajando con la consciencia, algo que han recuperado bastante superficialmente las técnicas Mind Fullness desde la New Age. Respecto a alimentación, he aprendido mucho (tanto para la salud como para un mejor funcionamiento económico del planeta) de la trofología o ciencia de combinar los alimentos que aconseja aprovechar el poder enzimático de los mismos. Cuando me preguntaron si conocía cuántos recursos energéticos y económicos eran necesarios para alimentar la industria cárnica decidí dejar de comer carne.
Tanto para la «Gestión sostenible del planeta» como para el apartado que antes comentábamos, en cuanto a la revolución genética y el crecimiento demográfico (espero que estés en la línea de Huxley y no promuevas un «Mundo feliz»), la verdad es que me encantaría poder debatir estos aspectos, pero me parece interesantísimo el punto de vista de una mujer como Casilda Rodrigáñez que, desde la antropología y la biología, reflexiona acerca de cómo un asunto biológico y emocional como es el deseo materno se está terjiversando desde las instancias de poder (https://sites.google.com/site/casildarodriganez/la_represion_del_deseo_materno)
Me encantaría ver entre esos contenidos, para un contraste plural entre el alumnado, qué papel juega el antidesarrollismo como primer movimiento ecológico y anticapitalista, para que reflexionen acerca del concepto de sostenibilidad y las posibilidades de otro modo de sistema que nos proporcione mejor salud, mayor cuidado de los recursos y una convivencia más democrática e igualitaria (https://sniadecki.wordpress.com/2015/01/09/amoros-antidesarrollismo; https://sniadecki.wordpress.com/2015/01/09/amoros-antidesarrollismo).
Hay una cosa que me planteo cada día desde la docencia y es aquella frase de Ortega y Gasset de «Además de enseñar, enseña a dudar de lo que has enseñado», ¿cómo te lo planteas desde la ciencia?, ¿es la ciencia infalible, irrefutable e independiente?, yo al menos sé como investigadora que en las ciencias sociales no, y desde que investigo algo más en medicina, siento que ninguna ciencia lo es (Ilich me lleva a replantearme muchas cosas en se ámbito desconocido (http://www.ivanillich.org.mx/Nemesis.pdf) pero también en otro que conozco profundamente (http://www.mundolibertario.org/archivos/documentos/IvnIllich_lasociedaddesescolarizada.pdf).
Gracias por compartir. Un abrazo, Elena.
Empiezo por el final. Solo la ciencia puede dudar de la ciencia. Una obligación (he elegido esta palabra) de los usuarios de la ciencia es no dudar a la hora de aplicar, aún sabiendo que los productos de la ciencia son temporales, que son verdades que caducan. La ciencia solo trabaja lo falsable, por lo tanto no es infalible ni irrefutable. Esas son características de la creencia. Pero solo la ciencia refuta a la ciencia. La ciencia tampoco es independiente. Ni de la realidad ni de la tecnología, que es con lo que miramos la realidad. No podemos acceder a la realidad completa porque la tecnología tiene limitaciones. Por lo tanto, la ciencia no es la verdad, sino que es compatible con la verdad.
En ese sentido, medicinas populares no creo que sean ciencia. Eso no quiere decir que no funcionen o que sean negativas. Solo quiere decir que no tenemos afirmaciones objetivas sobre ellas. En muchas de ellas la ciencia no ha entrado a decir nada. Están aún en el campo de la creencia. Eso no es malo. Eso no quiere decir que sean falsas. Eso solo habla de nuestras limitaciones a la hora de establecer conclusiones válidas para todo el mundo (que es lo que hace la ciencia). Por tanto, cualquier persona puede hacer afirmaciones apoyando esos enfoques medicinales, pero cualquier persona, con igual validez, puede desautorizarlos. No sé si la nueva medicina germánica está en este caso o no. Pero sí puedo decir que están lográndose avances en lo que se ha dado en llamar genómica psicosocial. Que es la detección de patrones de expresión genética, mediante modificaciones de los marcadores epigenéticos, ante determinadas actividades o emociones. Es decir, que poco a poco la ciencia entra en el campo del mindfulness. Lo que hasta hace poco era considerado creencia, pasa a ser ciencia al contar con herramientas tecnológicas que nos proporcionan conocimiento objetivo. Es de esperar que pronto sabremos qué patrones de expresión génica activa cada tipo de comportamiento, y nuestras tomas de decisiones estarán basadas en mejor información.
Este enlace habla del entrenamiento y su efecto sobre el músculo:
Este otro habla del impacto del yoga sobre el sistema inmune en cuestión de minutos.
Sobre la cuestión que indicas de la gestión sostenible del planeta, la verdad es que no sé nada, lo siento…
¡Gaacias Elena por pasar y comentar! Espero haber respondido de manera satisfactoria a lo que me planteabas.