Por si (o cuando) los antibioticos fallan

¿Resistencia a los antibióticos? Eso quiere decir que una cepa bacteriana ha evolucionado bajo la presión de antibióticos.

Tú padeces una infección bacteriana y te tomas ese tipo de medicina. Con la dosis matas un buen puñado de los bichos que te afectan. Pero no a todos. Por eso te tomas varias dosis. Normalmente, el tratamiento dura unos cinco días (aunque los hay de tres, y de varios meses, depende de la bacteria, de los pacientes, etc.). Hay bacterias que se mueren rápido cuando les atacan los antibióticos. Otras, por lo que sea, aguantan más. Y es que no todas son iguales. Algunas tienen unas proteínas menos sensibles al fármaco, o fabrican proteínas capaces de reparar más rápido los daños que el antibiótico les causa… La cuestión es que, al no ser todas iguales, algunas sobreviven más tiempo. Y siguen dividiéndose.

¿Te suena?

Es selección natural. Es evolución.

Y nos crea muchos problemas. Porque, con el tiempo, se seleccionan las bacterias más resistentes. Y entre su descendencia, las más resistentes de entre las resistentes. Y así. Hasta que el antibiótico no resulta útil.

Normalmente, el cuerpo le puede él solito a las infecciones. Algunas tardan más, otras menos. Pero algunas veces no podemos con ellas. Y eso significa que necesitamos los antibióticos. Pero estamos inutilizándolos a base de crear resistencias. Usándolos mal, usándolos indiscriminadamente, usándolos inadecuadamente.

Podemos lamentarnos, podemos intentar mejorar la forma en que se administran antibióticos y vigilar que los pacientes sean fieles al tratamiento, pero eso no va a evitar las resistencias. Las va a retrasar. Y aunque se descubren nuevos antibióticos, no a la suficiente velocidad. Las bacterias se reproducen más rápido que nosotros investigamos.

Probablemente se requieran nuevos enfoques. ¿Los tenemos? Sí. Gracias al trabajo del equipo de James Collins.

En el fondo, es una idea sencilla. Los enemigos de mis enemigos son mis amigos. ¿Hay enemigos de bacterias que puedan ser nuestros amigos? Sí, virus. Bacteriofagos se llaman. Usarlos no es una idea nueva. En la antigua URSS se usaba rutinariamente durante décadas. Pero tenía un problema. El mismo que el empleo de antibióticos, la generación de resistencias. Por culpa de la guerra fría, en los países occidentales no se investigó más sobre el tema y cayó en desuso. Hoy nos replanteamos recuperar esa línea de investigación.

Pero si la idea no es nueva, ¿que es lo nuevo aportado por Collins? Combinar virus y antibióticos.

Y es que los virus pueden hacer dos cosas con las bacterias. Pueden infectarlas, fabricar muchas copias de nuevos virus, hacerlas estallar y liberar esas copias para que encuentren nuevas bacterias. Se llama vía lítica. Contra esta estrategia las bacterias evolucionan rápido y terminan adaptándose. También producen resistencias.

[kml_flashembed movie="http://www.youtube.com/v/41aqxcxsX2w" width="425" height="350" wmode="transparent" /]

Pero… ¿y si el virus no hace estallar la bacteria, pero lleva proteínas que interfieren con su funcionamiento normal? Proteínas diseñadas específicamente para ayudar a un antibiótico determinado. Pues eso exactamente es lo que han hecho los investigadores del equipo de Collins. Diseñar un virus a medida de un antibiótico.

Hoy te parece raro. Dentro de poquito lo verás como una cosa rutinaria. Espero. Si superamos el problema de que el cuerpo entienda que el virus es un amigo, no un enemigo. Porque atacar al enemigo de tu enemigo, con nuestro sistema inmune, es el obstáculo que nos separa de que todo esto se convierta en realidad.

3 respuestas a «Por si (o cuando) los antibioticos fallan»

  1. Alejandro

    Interesante teoría la de las bacterias y antibióticos…

    Ayer, Ramón Flecha hizo una comparativa de la sociedad educativa con la sociedad médica…

    Me ha hecho gracia los efectos de los antibióticos… y cómo éstos están avalados por la comunidad científica internacional. Ningún médico se plantea un tratamiento distinto a aquellos que se muestran eficientes para una determinada enfermedad…

    Por qué los docentes no hacemos lo mismo? Es decir…

    Según Ramón Flecha:
    1.- Aceptamos medidas o tratamientos que no están avalados o lo están por personas no avaladas científicamente.
    2.- Seguimos en la creencia que tratamientos que han funcionado antes, seguirán funcionando… Como bien has dicho con los antibióticos, igual que evolucionan las bacterias, la sociedad ha evolucionado. «Antibióticos» que funcionaban en la Sociedad Industrial, pueden no funcionar en una Sociedad de la Información.

    Seguiría pero debo irme

    Un placer hablar contigo

    Responder
  2. José Luis Castillo

    Wow!

    Alex, me has dejado sin palabras…

    La comparación es magnífica. Si tienes ocasión de volver a cenar con Ramón Flecha, yo quiero. Pago todas las cañas del próximo finde en Sevilla a cambio de que me hagas esa gestión.

    Es uno de mis ídolos y después de escuchar la comparación…

    Por cierto, que me temo que estaba escribiéndola a la misma hora que estábais cenando. ¡Qué casualidad y qué envidia!

    Responder
  3. Pingback: Blog de José Luis Castillo » SARM y SAVR dan mucho miedo, pero ya estamos pensando cómo vencer

Deja un comentario si lo deseas. ¡Y gracias por leer! :)

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.