Pues parece que este año el CO2 atmosférico ha crecido menos que otros.
A ver. Ha crecido. A ver. Menos que otros.
¿Tendrá relación, se deberá a la reducción de la actividad productiva, a que se están fabricando menos cosas debido a la crisis económica? Si fuera así, y es muy probable que lo sea, la crisis económica y el descenso de la actividad productiva que conlleva nos puede dar una pista de cuánto es preciso reducir para llegar a estabilizar. Si a eso unimos el concepto de que crecimiento económico, más allá de un cierto límite, no crea riqueza, sino que sale caro (o sea, que no merece la pena), pues puede resultar que tengamos una cifra, un dato, un número.
El de cuánto se puede crecer de manera sostenible.
Aún así, es enormemente preocupante que con menos actividad económica siga subiendo la cantidad de CO2 atmosférico. Significa que no basta con ralentizar. Significa que hay que tomar medidas y hacer esfuerzos adicionales. Significa que estamos lejos de frenar el riesgo. Y cada vez más cerca de las 400 ppm. A mí no me tranquiliza mucho que este año haya crecido menos. Preferiría mucho menos.