El Antropoceno es la época geológica en la que la actividad humana se ha vuelto tan poderosa que impacta, de modo global, sobre los ecosistemas. Sobre todos los ecosistemas. Y no existe la vuelta atrás. Es una era en la que hemos entrado y de la que no vamos a salir. Es una era que tenemos que gestionar. En la que ya hay hechos una serie de daños que no se pueden reparar. A los que tendremos que adaptarnos, cambiando; que tendremos que resistir.
La duda es: ¿será el Antropoceno igual para todos?
Por eso es muy relevante la pregunta que hacen en el blog Seeds of Good Anthropocenes, promovido, entre otros, por el Centro para la Resiliencia de Estocolmo (dependiente de la Universidad de esa ciudad; un think tank de primera magnitud, con investigadores que están aportando ideas clave para el futuro de la humanidad en el nuevo contexto, con gente que está influyendo en tu vida, y en la de más de 7.000 millones de personas más, sin que tú lo sepas). Y que me ha llegado gracia a Javier Cabello (un investigador con muchas cosas que decir, te recomiendo que lo sigas en Facebook).
Esa pregunta es muy sencilla: ¿son necesarios sistemas más democráticos para que puedan tener lugar verdaderos cambios en la forma en la que están sucediendo transformaciones ecológicas? O sea… ¿Es la democracia un prerrequisito para lograr un mundo más habitable?
Fíjate que es una pregunta que está sin responder…
Y usan el ejemplo de Podemos. Un movimiento que, tal y como lo percibo (y lo siento como propio), se debate entre ocupar el poder y transformar la democracia. Ya te digo que a mí, el Podemos que quiere ocupar el poder no me interesa. Ni lo más mínimo. Ojo, que tampoco lo rechazo, solo digo que no es la vertiente que me interesa… Pero sí, y mucho, el Podemos que quiere transformar la democracia, que tiene principios, que no se financia con banca sino con gente, que crea círculos y quiere que haya cuanta más gente mejor. Ese Podemos creo que es el que han mirado en Estocolmo. El otro, el que elige como prioridad el poder, creo que a ellos, al planeta y a mí, sin rechazarlo, nos interesa muy poco.
Usan el ejemplo de Podemos como movimiento que pudiera ayudar a contestar esa pregunta clave. Porque, por si no lo sabes, hay gente que piensa que la democracia es un problema para responder al Antropoceno como ellos han decidido responder. Tienen ya un plan pensado, parece. Para ellos esto es un juego, el mundo es un tablero y tú y yo, meras piezas y poco más.
Es tiempo de conflicto. Ambiental. Y se está trasladando ya a la política. Es tiempo de que empieces a decidir. Yo ya lo he hecho. Porque creo que esta ecuación es posible.
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Y si no lo es, al menos ayudará a que lleguen otras ecuaciones mejores. Quizá con partidos tradicionales que han estado dormidos, que son culpables de no haber ejercido liderazgo y visión de futuro. Aunque, la verdad, no lo creo.
Estimado José Luis, vivo en Estocolmo y conozco el Stockholm Resilience Centre, muy interesante tu artículo en donde estables una relación entre el Antropoceno y Podemos. Una pregunta, podría tener la oportunidad de tomar contigo contigo, a través de algún correo electrónico?. Estudio el tema, Antropoceno, desde hace ya un tiempo y ojalá, si establecemos contactos, te podría contar un poco de mi interés. Mis felicitaciones por los temas que tratas que son verdaderamente de gran ayuda para las y los que aprendemos.
Muchas gracias.
Gracias! [email protected]