Oír y conservar

¿Bioacústica? Pues es una ciencia. Una ciencia de altísimo interés para la conservación de los ecosistemas. Habitualmente no vemos a muchas especies. Así debe ser. Así han sido seleccionadas por la evolución para evitar a los depredadores o sorprender a las presas. Pero los miembros de una población deben comunicarse entre sí. Para evitar conflictos, para encontrar pareja, para coordinar un ataque, para avisar de un peligro, para marcar territorios…

Definitivamente, el sonido es algo clave en un ecosistema. Lo que se oye en un lugar nos dice lo bien conservado que está. Biofonías, o paisajes sonoros les llaman.

Pero estamos contaminando casi cualquier ecosistema. Aviones, automóviles, obras, interfieren en múltiples interacciones ecológicas. O exigen un esfuerzo extra a los individuos para lograr hacerse oir y para escuchar. O arriesgarse más para comunicarse, teniendo que dejarse ver. Incluso aunque se trate de hacer bien. Es algo más que un fastidio. La reproducción de muchas aves, para empezar, se ha convertido en un problema.

Bernie Krause es un bioacústico que tiene abierto canal en Last.fm. A mí me gusta escuchar alguna vez lo que muchos animales no pueden. Para mí es un placer. Para ellos, cuestión de vida o muerte.

3 respuestas a «Oír y conservar»

  1. Gustavo

    Cierto:
    La contaminación acústica fastidia todo. Hoy el silencio es un bien escaso díficil de encontrar. Y las aves sobre todo las insectívoras sufren de mucho estres nidificante con los paseos de las ordas de senderistas amantes de la naturaleza, yo entre ellos. Una pena pensar la cantidad de puestas de insectívoros que me he cargado sin saberlo. Cuando ellos anidan nosotros empezamos con el calorcito de la primavera a dar paseos por senderos. De ahí lo importante de no salirse del paseo que nos marcan en ruta.
    Muchos seres vivos estan desapareciendo pues los jodios vivian en los sitios donde nos gustaba a nosotros tambien, «que se vallan a la porra cuatro pajarillos y animales». Me da pena que la gente piense así, a veces por estres acústico desaparecen las riquezas que antes nos acompañaban.
    Pero que lástima, de verdad.
    El año pasado paseaba por un olivar ecológico que maravilla habia de todo y mis alumnos alucinando en silencios, que ya no saben lo que es con tanto urbanismo de mp3. Sin embargo luego por otro normal, lleno de pesticidas ni una mosca, ni pajarillos que se las comian. Fue sensacional comparar desde el silencio dos ecosistemas.

    Para ejempleficar y no decaer en mi ritmo en este Blog tan tan ….de José Luis, un ejemplo de hasta donde llega la contaminación acústica. Ejemplo del ave lira de Australía; video genial.
    Adios José Luis y gracias de nuevo.

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