Las estrellas se pueden clasificar según su espectro de luz. Es decir, según su color. Y esa es una buena medida porque el color está relacionado con la temperatura, y la temperatura con el tamaño. Tenemos suerte. Mirando el color de las estrellas sabemos mucho de ellas.

Fuente Wired
El Sol pertenece a una clase llamada G. Caracterizada por su color amarillento. Algo así como 1 de cada 13 estrellas de la Vía Láctea son G. El 7% más o menos. Se calcula que un 10% de ellas pudiera tener planetas como la Tierra en la zona habitable. Sí, en esa en la que la distancia a la estrella es suficiente como para que no se evapore toda el agua, pero no demasiada como para que toda el agua esté congelada. Esos cálculos nos dejarían un 0,7% de estrellas con planetas habitables.
Por debajo de la clase G está la K. Una de cada ocho. El 12% del total de estrellas de la galaxia. Casi el doble que la clase G. Y con más probabilidades de tener planetas habitables.
Y finalmente está la clase M. El patito feo de las clases espectrales. Rojizas. Es decir, con poca energía y pequeñas. Eso sí, son el 75% del total. ¡Vaya…! ¿Y si a pesar de su débil energía tuvieran planetas habitables? En realidad, bastaría con que el planeta estuviera más cerca de la estrella. La clase M tiene también zonas habitables. Courtney Dressing, de la Universidad de Harvard, y su equipo han hecho esos cálculos. Y estiman que 1 de cada 4 estrellas de clase M podrían tener planetas habitables. Esa es una cifra muy alta para una cantidad de estrellas muy altas.
Sí. Hay muchas incertidumbres en las cifras, claro. Como todas las medidas que acompañan a este tipo de investigaciones. También está claro que se trataría de planetas con una habitabilidad diferente. Mejores en algunos aspectos (más agua líquida probablemente, menos frecuentemente congelada) y peores en otros (un cierto bloqueo rotacional por fuerzas de marea que les obligue a que sus días sean casi tan largos como sus años y con grandes diferencias estacionales entre día y noche).
Pero… Pero son muchos planetas… De una tacada. Y el telescopio Kepler ha localizado ya más de 1.000 de ellos. Por el tirón gravitatorio que ejercen sobre su estrella. Quizá ya estemos mirando la vida distribuida por la Galaxia. Tal vez podamos tener con aliens esta conversación: «Y tú, ¿de qué clase espectral eres?».