Meditar para no ser manipulado (ni por ti mismo)

La meditación está de moda en occidente. Por fin…

Quizá porque nuestra civilización, tan pendiente del mundo físico y de las evidencias científicas (y eso es bueno), empieza a conocer qué hace la meditación con nuestro cerebro. Especialmente en el córtex lateral prefrontal (en el que residen sistemas neuronales implicados en la modulación emocional y la supervisión y control de impulsos y hábitos) y en el córtex medial prefrontal (el centro de la identidad, del yo). En otras palabras, que te ayuda a ajustarte más a los contextos, te hace menos vulnerable a impulsos y, sobre todo, más consciente de quién eres realmente.

Especialmente de interés es que quien medita potencia el control de una región, la zona ventromedial del córtex medial prefrontal, que le lleva a no tomarse las cosas demasiado personalmente. Es decir, reduce el egocentrismo (una cualidad que está muy presente en depresiones y ansiedades) y te permite conectar mejor con las personas que ves parecidas a ti, empatizar más fácilmente. Pero es que también actúa profundamente en la zona dorsomedial de ese mismo córtex. Que se encarga de procesar la información sobre personas que percibes como distintas. Y de ese modo, pasas a aumentar la tendencia a no juzgar.

Más. La ínsula, que se encarga de percibir el propio cuerpo, se potencia. Y eso nos hace más empáticos aún.

No acaba ahí. La técnica básica para meditación se centra en la atención al «aquí y ahora». Y la distracción del «aquí y ahora» es la principal herramienta de quien quiera manipularnos. Incluidos nosotros mismos, creando personajes o características que no son nuestras, realmente, sino que surgen para adaptarnos a las exigencias de guiones impuestos desde fuera, pero también quien quiera promover consumo desmedido o alterar decisiones sociales a su antojo. ¿Sabías que el principal distractor del «aquí y ahora» es el miedo? ¿Y que la meditación reduce el tamaño de la amígdala, un centro muy activo en los temores? ¿Sabías que tratar de suprimir las emociones cansa físicamente a tu «yo» y lo deja en manos del piloto automático de deseos compulsivos que es el «ego«?

Si se debilita la atención al «aquí y ahora» y se bloquean las emociones, toma el control el piloto automático (ese que puede ser manipulado fácilmente para que reaccionemos de un determinado modo). Si se fortalece el «aquí y ahora», y fluyen las emociones, los instintos quedan bajo una estrecha supervisión por la parte del cerebro en la que reside quién soy yo, frenando los pensamientos repetitivos e intrusivos, que tantos errores nos inducen. Lo cuenta muy bien Cordelia Fine, especialmente cuando habla del «pensar sin pensar» que es el ego. De verdad te recomiendo los 20 minutos que dura su conferencia para «La ciudad de las ideas». Y su libro «A mind of its own, how your brain distorts and decieves«.

Por cierto… Es curioso que si quitamos todas las palabras que hacen referencia al cerebro, queda un discurso muy… muy espiritual, muy místico. Pero al colocar esas palabras queda un discurso muy científico… ¿Cuál es el correcto? Pues… ¿Y qué más da? La meditación puede darte mucho, se llame como se llame, la pienses como la pienses. El hecho es que funciona.

A mí me esperan meses, supongo, hasta que la domine. Pero entonces seré otro. Porque seré yo.

3 respuestas a «Meditar para no ser manipulado (ni por ti mismo)»

  1. Mila Solà Marqués

    Un gran post José Luis. Llevo quince años practicando yoga y meditación. Es un aprendizaje continuo a vivir en el presente dejando pasar pensamientos y acallado nuestra mente. Y se puede practicar en cualquier contexto.
    Un abrazo

    Responder
  2. Pingback: Mi mundo interior está fuera del alcance del método científico | José Luis Castillo Chaves

Deja un comentario si lo deseas. ¡Y gracias por leer! :)

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.