De vez en cuando hay que recordar que somos mortales. Tenemos que saber para qué queremos la salud. Es verdad que es un bien absoluto, pero lo podemos emplear de diferentes modos. Porque no nos va a durar toda la vida.
Me llama la atención que los fármacos más vendidos sin prescripción médica sean los analgésicos. Aspirina (en sus diferentes formas farmacéuticas, el número 1) el ibuprofeno (hay otro en el top ten, pero no he encontrado cuál) Otro día me centraré en el mecanismo de acción de la aspirina, que me encanta. Pero hoy creo que la idea no va por ahí. Ninguno de los dos es curativo si se usan como analgésicos o antipiréticos (que es como he tomado yo hoy; ¡los dos juntos no, nunca!). Eso sí, prefiero la aspirina, que es mejor antiinflamatorio, aunque con más efectos secundarios, en mi opinión. Sólo actúan sobre los síntomas. Eso me ha permitido, más o menos, ir a clase y producir. Cuando digo producir me refiero a actuar económicamente. El que sean los fármacos más vendidos parece indicar que el enfoque que los individuos dan al estado de salud, al menos en las sociedades occidentales, es el de un óptimo que les permite producir, generar recursos económicos.
No me parece lo mejor. Pero seguro que es cuestión de gustos.
¿Qué puede haber detrás de este fenómeno? Por un lado, y es opinión, una cuestión de imagen. No queremos dar la sensación de enfermos. Por otro, una negación. No nos queremos dar la sensación de enfermos. Que viene a ser algo así como: «vamos a tener una vida fantástica hasta que llegue la muerte, que será otro día, y esta pequeña molestia se pasará». Pues no. Probablemente nuestra vida, en algún momento, se convertirá en un asco por la enfermedad de algún allegado o por ser nosotros los afectados. Hay todo un trabajo mental que hacer para aceptar la enfermedad como algo consustancial al ser humano, algo con lo que hay que convivir.
La salud es un bien escaso. Hay que administrar bien los momentos en los que disponemos de ella.
Pero disponemos de ella casi siempre. La mayoria de la gente no esta todo el rato enferma sino todo el rato sana. Asi que en conclusion hay que disfrutar de la vida, casi todos los dias en los que no nos duele nada. Pero es tan dificil!
Me gusta tu blog.
¡Sí! Es verdad, la mayor parte del tiempo estamos sanos. No hay que hacerse mala sangre por la enfermedad. Pero cuando llega, sí hay que saber prepararse.
Y bueno… Hay días mejores y peores, y este comentario me ha salido un poco tétrico!
Gracias por la última frase. De corta es preciosa.
en mi opinion eso de que la mayor parte del tiempo estamos sanos… es subjetivo… decimos que estamos sanos porque no presentamos sintomas claros, pero puede que estemos realmente incubando una enfermedad. conque eso de pasamos la mayor parte de nuestra vida sanos… no persona, yo pienso que no es asi, nuestro cuerpo no podria funcionar sin enfermedades, es como un metodo de regulacion, sin enfermedades las defensas bajarian por lo que el cuerpo ha de estas continuamente en una enfermedad leve (no se presentan sintomas externos) para que las defensas estuviesen preparadas. eso seria lo optimo, pero viendo que nuestro cuerpo es un asco… pienso que lo mas probable es que no sea asi. Bueno despues de esta sarta de incoherencias (es tarde no me lo tengais en cuenta), lo de que los medicamentos mas vendidos sean analgesicos y demas, obviamente que es para conseguir una mayor produccion economica, pero no solo nuestra, sino tambien de las empresas farmaceuticas, porque no nos curan una enfermedad completamente, por lo que nos vemos obligados a seguir consumiendo esos medicamentos, y nosotros como pensamos que el medicamento es bueno porque unas horas despues de tomarmelo ya puedo trabajar, pues seguimos comprandolo!!! conque… la salud sera un bien escaso, pero nosotros hacemos que las industrias se lucren a nuestra costa…. ains.. que hecatombe