Los vertebrados han hecho un gran descubrimiento: el hueso.
¿O no?
En realidad no. Los depósitos de carbonato cálcico (bajo la forma de aragonito) los poseen muchos animales. ¿Has comido almejas? Pues eso. O las estrellas de mar, nuestros lejanos parientes.
¿O sí?
En realidad sí. El calcio del carbonato cálcico puede ser difícil de obtener en la cantidad deseada para fabricar un caparazón. Así, resultaría práctico almacenarlo cuando haya para cuando no haya. Y almacenarlo dentro del cuerpo. Eso lo descubrieron los antepasados de los vertebrados. Como el carbonato cálcico es duro, puede servir para proteger por fuera, pero también por dentro. Y como es fácil de disolver, no molesta al crecer.
Pero, y siguiendo el principio de la chapuza que guía la evolución, algún individuo, por casualidad, sufrió un cambio y unió sus músculos a estas piezas duras, de aragonito. Con la fortuna de que el músculo resultaba mucho más eficiente, luego el primitivo vertebrado se movía mejor. Sólo hubo que esperar a otro cambio que uniera las piezas sueltas mediante ligamentos y ya tenemos un esqueleto interno articulado, con piezas móviles entre sí, que, además de proteger partes del cuerpo (especialmente el sistema nervioso), permite el desplazamiento veloz.
Bonita teoría. Pero no es sólo teoría. Unos científicos están probando con robots que tienen colas de este tipo, y ligamentos. Les programan el chip para que vayan hacia una luz tan rápido y tan derecho como puedan. Hay robots más esponjosos y robots más rígidos, no todos son iguales. Meten los datos de los que llegan antes para fabricar la segunda serie y ponerla en el agua. Los demás quedan descartados. Es un proceso de selección. Y así sucesivamente en cada vuelta. Han demostrado que sólo en 10 generaciones (los hijos de los hijos de los hijos de los hijos… etc., hasta diez) se seleccionan colas no muy rígidas, no muy esponjosas. La pena es que, aunque son parecidas, no tienen las mismas características de las de los vertebrados primitivos. El resultado del experimento no coincide con el resultado de la evolución.
Así que van a seguir con el experimento pero cambiándolo. La primera modificación consiste en incluir robots asesinos para ver cómo evolucionan las colas (si sigues recto te cazarán, luego tendrás que zigzaguear, fintar, acelerar y frenar). Y parece que los resultados iniciales son buenos.