Resulta que en el Universo hay más movimiento del que podemos explicar. Eso supone que debe haber materia más materia de la que suponíamos, de la que vemos. Una materia a la que se la llama oscura. No porque ese sea su color, sino porque no interactúa con la luz. No la podemos iluminar, los fotones no la afectan. Y si los fotones no la afectan, ¿cómo podemos detectarla directamente? No podemos, por ahora. Y, por tanto, no sabemos qué es. Sabemos que está ahí por sus efectos. Pero no sabemos qué es.
![]() |
Tomado de La Ciencia de la Mula Francis |
Pero no solo hay más movimiento del que podemos explicar. El propio Universo está acelerando su expansión. Va cada vez más rápida. Y eso implica que también debe existir una fuente de energía que produzca ese empuje. Lógicamente, se la ha llamado energía oscura. Pero no tiene por qué estar relacionada con la materia oscura más allá del nombre, más allá de lo desconocidas que son las naturalezas de ambas para nosotros.
Un equipo de investigadores ha estudiado cómo se agrupaban las galaxias en el pasado lejano (recuerda, para saber cómo era el Universo en el pasado hay que mirar a los objetos más lejanos, cuya luz nos llega ahora, después de varios miles de millones de años; es decir, nos cuenta cómo eran entonces, no cómo son ahora). Y lo ha comparado con cómo se agrupan ahora. Las galaxias se relacionan hoy entre sí a través de la fuerza de la gravedad de un modo distinto al que se relacionaban en el pasado. Y la explicación más razonable es que la energía oscura tenía mucha menos influencia a la que ejerce hoy. Por tanto, concluye el equipo, esa energía debe estar relacionada con el espacio vacío, debe ser una propiedad suya. Una firme pista que puede abrir buenas vías de investigación para comprender mejor esa propiedad que hoy no entendemos.
Pero…
Pero resulta que hay una teoría, llamada supersimetría, que predice una serie de partículas subatómicas aún no detectadas. Y esas partículas eran las mayores candidatas a ser la materia oscura. ¿Y qué? Pues que la supersimetría es incompatible (por lo que sabemos) con que el espacio vacío tenga energía.
O sea. Que ganamos algo. Sabemos dónde mirar para encontrar la energía oscura. Pero perdemos algo. El mejor candidato que teníamos a materia oscura.
O quizá haya que revisar muy despacio este estudio, por si algo está mal en él.
¿A que es extraño este universo en el que no podemos verlo todo, pero sí lo notamos? ¿A que también es extraño que el descendiente de un primate de la sabana africana, con un cerebro útil para encontrar recursos alimenticios dispersos por una amplia zona, y útil también para ser social, haya terminado sabiendo, y sabiendo que no sabe?