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Fuente: El País |
Resulta increíble la cobertura que le están dando los medios de comunicación de EE.UU. al vertido de petróleo del Golfo de México. Que no es que no lo merezca, no. Es que dada la atención que le habían prestado a situaciones anteriores, era de esperar no mucho más de 8-10 renglones en quinta o sexta página.
Y es que no hay nada como experimentar en carne propia lo que mucha gente lleva décadas sufriendo. Ecuador, sin ir más lejos. Lo denuncia Bob Herbert en una de sus columnas del New York Times.
BP’s calamitous behavior in the Gulf of Mexico is the big oil story of the moment. But for many years, indigenous people from a formerly pristine region of the Amazon rainforest in Ecuador have been trying to get relief from an American company, Texaco (which later merged with Chevron), for what has been described as the largest oil-related environmental catastrophe ever.
Porque llama la atención que los EE.UU. tomen unas decisiones ambientales tan dispares de puertas hacia fuera y de puertas hacia dentro. Cuando suceden catástrofes ambientales provocadas por sus empresas, pero en lugares lejanos, optan por proteger a sus empresas, sin duda. Cuando suceden catástrofes ambientales cerca de sus casas, ya la cosa es distinta.
Sinceramente, a eso se le pueden dar muchos nombres y muy feos. Dale tú el que quieras. no creo que sea más gordo que el que pienso yo de la actitud de la administración, directivos de empresas, empleados y consumidores de EE.UU. Sí, sí. Consumidores también. De hecho, los que más culpables creo que resultan. Población normal, como tú y yo. Porque muchos declaran ahora que no piensan comprar gasolina a BP. Pero a Chevron-Texaco sí, claro. A pesar de que estuvo tres décadas envenenando a miles de personas en Ecuador. Pero claro, Ecuador no es EE.UU. ¡Qué más da!
Texaco operated more than 300 oil wells for the better part of three decades in a vast swath of Ecuador’s northern Amazon region. Much of that area has been horribly polluted. The lives and culture of the local inhabitants have been upended in ways that have led to widespread misery.
Texaco came barreling into this delicate ancient landscape in the early 1960s with all the subtlety and grace of an invading army. And when it left in 1992, it left behind widespread toxic contamination that devastated the livelihoods and traditions of the local people, and took a severe toll on their physical well-being.
It deliberately dumped many billions of gallons of waste byproduct from oil drilling directly into the rivers and streams of the rainforest covering an area the size of Rhode Island. It gouged more than 900 unlined waste pits out of the jungle floor — pits which to this day leach toxic waste into soils and groundwater. It burned hundreds of millions of cubic feet of gas and waste oil into the atmosphere, poisoning the air and creating ‘black rain’ which inundated the area during tropical thunderstorms.
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http://blog.buzzflash.com/files/bhopal%20disaster.jpg |
Por si fuera poco, también en estos días se ha resuelto el juicio por la tragedia de Bhopal. ¿Quieres darle un repaso a qué paso? «Tan solo» 26 años después hay ocho condenas a leves penas de cárcel. Bah…! ¿Qué más da? Total, por 15.000 fallecidos y 600.000 afectados, de los cuáles 150.000 lo fueron gravemente…
Claro, las empresas dicen que fueron cuestiones personales, de sus operarios. No tiene nada que ver el contexto en el que estos trabajaron, no. No tiene que ver que les obliguen a obtener máximos resultados económicos con la mínima inversión posible. Da igual que sea Bhopal, Ecuador, Golfo de México… Sólo serán castigadas si tocan a poderosos. A los pobres, tierra encima y poco más.
Pero…
¿Sabes lo que te digo? Que verdaderamente los grandes culpables de esta historia no son realmente no son las empresas no. Somos tú y yo.
Sí, tú y yo. Que compramos cosas sin pararnos a mirar cómo se producen. Que adquirimos productos y nos da igual, en el fondo, cuánto daño haya hecho su elaboración o cuánto vayan a hacer los desperdicios que se generen cuando las tiremos a la basura. Tú y yo que con nuestras compras sostenemos a los que hacen esto y más (como dice «El Roto«, el verdadero poder no es el judicial, ni el legislativo, ni el ejecutivo; es el adquisitivo). Y también tú y yo por formar parte de un sistema educativo que le pone más énfasis a explicar en las aulas polinomios o nombres de músculos antes que hablar de esto, y de cómo esto está relacionado con el currículum de cada materia.
Ojalá esta mala crisis económica, que tanto daño hace en muchas familias, pueda traer, al menos, algo bueno. La reducción del consumo a cifras razonables y productos razonables. Aunque lo malo es que sea por las bravas, no por las buenas.
Si señor, somos nosotros los únicos responsables, con nuestro consumo irresponsable. EL problema lo veo en que somos tantos los culpables, que no dudamos en absolvernos a toda prisa y de toda culpa, somos juez y parte.
Por otro lado, BP, no tardará en pedir subvenciones a los estados para la limpieza del Golfo de México y a continuación aumentar el precio del petróleo, en lo que pueda alegando las medidas de seguridad que tiene que implantar, ya que BP, se ha quedado sin recursos financieros para afrontar el problema, después de haber pagado los dividendos a sus accionistas.
Siesque además de irresponsables, somos tontos de remate.
Salud y saludos
¡Hola JL Salgado!
Pues fíjate entre tanto lo que han escrito. Columnistas de la talla de Thomas Friedman en el New York Times…
http://www.nytimes.com/2010/06/13/opinion/13friedman.html?ref=opinion
Y es que las cosas van por aquí…
¡Un saludo y a ver si podemos contemplar un mundo mejor alguno de estos días! 🙂
Es lamentable que algunas personas estén utilizando la tragedia ambiental en el Golfo de México con la intención de enriquecerse mediante reclamos fraudulentos en contra de Chevron en el Ecuador. La realidad es que en el Ecuador, se está tratando de culpar a Chevron por problemas que son de plena responsabilidad de la estatal Petroecuador y del gobierno ecuatoriano. Han pasado casi 20 años desde que Petroecuador, antiguo socio mayoritario en un consorcio con Texaco Petroleum, se convirtió en operador exclusivo de los campos petrolíferos la región.
Por su parte, Texaco realizó una remediación ambiental que duró 3 años, y costó $40 millones, cumpliendo así sus obligaciones contractuales en la región. En 1998, reconociendo este exitoso trabajo de remediación, el gobierno ecuatoriano y Petroecuador liberaron legalmente a Texaco, de cualquier responsabilidad ambiental pasada y futura relacionada con las antiguas operaciones del consorcio.
En cambio, Petroecuador ha evadido su responsabilidad en la zona, acumulando a lo largo de 20 años un desastroso récord ambiental. Hoy, mediante una farsa judicial, pretenden que Chevron pague (obligar a Chevron pagar) por las obligaciones de Petroecuador y el gobierno ecuatoriano la suma delirante de $27,000 millones de dólar es. Este monto está basado en el informe pericial del Ing. Richard Cabrera, que está plagado de pruebas inventadas, conflictos de interés, ciencia chatarra y fraude.
Chevron rechaza por completo no solamente la demanda sin méritos, sino el gigantesco fraude perpetrado por los abogados de los demandantes y el perito Cabrera.
Más en http://theamazonpost.com/es/news/what%e2%80%99s-behind-the-27-billion-figure
Postura Oficial de Chevron Corp.
James Craig, Asesor de Chevron para América Latina
¡Hola James!
Me temo que tengo dos opciones. Creer a Bob Herbert o creer lo que comentas. ¿Y sabes? Creo que ambos decís la verdad, sin duda. Aunque también elijo creer que Chevron-Texaco, a través tuyo, no es que mienta, no. Pero elijo creer que omite hechos relevantes. Me quedo con la versión de Bob Herbert, afamado columnista del New York Times, de amplia reputación. En tu caso, es versión de parte, no de de alguien desinteresado. Eso me temo que le resta capacidad de convencimiento a lo que indicas. No contáis con suficiente reputación para mí.
Así que tengo que elegir. Y me inclino por aquel que posee esa reputación que os niego. No por digáis mentiras. Estoy seguro de que no. Sino porque no confío en que vuestro relato sea completo, porque no confío encontrar en él todos los hechos relevantes, porque estoy convencido de que es parcial. Elijo creer que omitís. Opto, sin duda, por Bob Herbert y su artículo en el New York Times.
¡Un saludo!