En qué consiste el trabajo científico

La verdad es que cuando se le pregunta a la gente qué hacen los científicos, la mayoría, la inmensa mayoría, contestan: «descubrir cosa útiles para la sociedad».

Pues no. Y no. Ni lo uno ni lo otro.

Pocos científicos pocas veces descubren realmente cosas. Descubrir algo nuevo es un gran hito en la vida de un/a científico/a. La mayor parte de su trabajo, en cambio, es, comprobar, mejorar la precisión y exportar ideas o instrumentos o técnicas.

  • Comprobar sería verificar si suceden los resultados que un paradigma predice bajo unas determinadas circunstancias. Buscar los límites de los paradigmas, vaya.
  • Mejorar la precisión sería afinar los resultados predichos contrastándolos con los reales e introduciendo valores menores, de ajuste, en el paradigma, que lo completan pero sin cambiarlo.
  • Exportar significaría plantearse si un paradigma generado para un campo del conocimiento funcionaría bien en otro. O si un instrumento aún nunca aplicado rendiría resultados que merecieran la pena. O si una técnica de investigación contrastada como buena en un terreno del saber también lo sería en otro.

¿Y qué campos se investigan? Pues no hay especial priorización de los campos. Al menos desde la ciencia. Los estímulos para ocuparse más de un campo u otro surgen de subvenciones o inversiones. Para mí mejor la subvención pòrque aporta un enfoque más democrático, más atento a las necesidades de los ciudadanos, que espera retornos bajo la forma de servicios útiles para la población. La inversión espera retornos meramente financieros y sólo para los que aportaron dinero.

Resulta curioso que la ciencia no aspire, realmente, a encontrar novedades. Más bien trata de que lo que se mira pueda interpretarse desde un paradigma ya conocido. Que encaje con lo que ya sabemos, vamos, que no sea disonante. Precisamente ese es el criterio que se adopta, generalmente, para decir que algo ha tenido éxito en ciencia, que se ha resuelto bien. Que no sea una novedad sino que concuerde con lo conocido hasta ese momento.

Y es que un/a científico/a es persona. No quiere ver su trabajo de toda una vida derrumbado. No quiere que algo nuevo, recién descubierto, lo cambien todo. Porque una novedad podría significar que mucho de lo investigado hasta ese momento no valga. Por esa parte la ciencia es conservadora, muy conservadora. Y así debe ser.

Anomalías

Fuente: http://tinyurl.com/ycs53px

Pero por otra parte…

No todo el trabajo científico sale bien. Y entonces se las considera anomalías. En la ciencia, algo que no sale como se esperaba no derrumba inmediatamente el edificio del saber. Para nada… Puede haber mil y una razones para que el resultado haya sido inesperado y no pasa nada. Así que se considera una anomalía y ya está. Lo que ocurre es que cuando se acumula una anomalía tras otra no hay más remedio que replantearse la situación. Ahí es cuando la ciencia está en condiciones de aportar algo nuevo. No a partir de las anomalías aisladas, pero sí a partir de las anomalías acumuladas. Que se convierten en un reto intelectual. En un desafío que, cuanto más dura y cuantos más casos incorpora, más atractivo es y a más científicos y científicas llama.

Y es que, aunque el trabajo científico sea comprobar, mejorar precisión, o exportar ideas-instrumentos-técnicas entre campos, quienes lo hacen son personas con elevada curiosidad, dispuestas a sacrificar tiempo, recursos, esfuerzo en la búsqueda de una meta que no tiene garantizado el éxito. En enfrentarse a retos, enigmas, problemas, que ponen a prueba la capacidad intelectual, el ingenio. Independientemente de que tengan o no valor para la sociedad. De hecho, muchos de los problemas reales, acuciantes, no son enigmas, sino que se resolverían bien con trabajo en los tres aspectos habituales ya mencionados.

Pero también son personas que quieren ser útiles. Y aunque el papel de ser útiles a la sociedad lo juegan más los tecnólogos que los científicos, si tienen la suerte de que su campo se convierte en clave, (casi) toda persona quiere ayudar a los demás…

No todos ni todas se atreven a investigar novedades. Porque el éxito sólo lo obtienen un puñado muy reducido. Que son los que la sociedad termina reconociendo y aclamando.

A su vez, el descubrimiento de esa novedad abre un tiempo de nuevas expectativas. Surgen nuevos conceptos que hay que poner a prueba, que hay que comprobar si funcionan en muchas y variadas circunstancias, nuevos instrumental que hay que aplicar para aumentar la precisión, nuevas ideas que se pueden exportar. Las novedades matan parte del trabajo de los científicos, pero crean más trabajo, renuevan la ciencia.

Entonces… ¿Se ocupa la ciencia de aquello que es importante para la sociedad? Pues no… El criterio básico no es la importancia, sino la factibilidad. Que algo se pueda hacer. Y la anomalía. Que algo no se conozca. ¿Y qué pasa si un problema importante para la sociedad no tiene un paradigma reconocido por los científicos, o se ha abandonado ese paradigma? Que el problema queda abandonado también. De él, la ciencia no se ocupa. Tenga la importancia que tenga para la sociedad. Hasta que llegue alguien y brillantemente lo reconecte. Mediante una buena idea o un buen instrumental. P.ej, el estudio de las emociones estuvo aislado de la ciencia biológica durante mucho tiempo, hasta que se contó con instrumental adecuado para explorar el cerebro.

¿Sientes decepción? Esto es la ciencia… A veces es… No sé… A veces no me gusta.

13 respuestas a «En qué consiste el trabajo científico»

  1. Manolo Sánchez Prinetti

    Hola José Luis! He creido necesario dejar un comentario para felicitarte sobre tu visión-definición de ciencia y científicos. Un gran análisis!
    Yo también soy profesor de biologia y geologia y investigo sobre las relaciones entre ciencia-sociedad, utilizando diferentes vías (unas artísticas y otras de carácter meramente informativo)

    Eso, felicidades por tu buen trabajo (¿científico?)

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    • José Luis Castillo

      ¡Hola Manolo!

      Pues muchísimas gracias por tu comentario. Tiene poco mérito este análisis, que se basa mucho en Kuhn. No es por tanto nada original. Ese es un fallo que he detectado en el post, y es que no he puesto la fuente y gracias a tu aportación puedo subsanar ahora.

      ¡Un saludo!

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  2. vicky

    Primero que nada Feliz Año!! Que bueno que los cambios de año sigan aportando tanta claridad, en temas que a veces, son relamente complejos.
    La ciencia, muchas veces, es sobre todo más prosaica. No solo la realizan personas, sino que también son éstas las que determinan qué se investiga, cuando y durante cuanto tiempo vale la pena que se haga. Y eso es una realidad, que más que decepcionar lo que tiene que hacer es motivar a la gente (investigadores, y particulares) y muy especialmente a los más jóvénes a rebelarse, en la medida de lo posible contra esto. A demandar qué hacer con el dinero nuestro y en qué invertirlo (eso sería tan democrático como decidir quien queremos que nos gobierne). Quizá nos llevariamos una sorpresa…

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    • José Luis Castillo

      ¡Hola Vicky!

      Te aseguro que me preocupa tanto acuerdo contigo… jejejeje!!! Creo que tocas un tema vital. La ciencia como actividad social ya lo es, sí. Pero definitivamente no es una actividad democrática. ¿Puede serlo? Y si no, ¿por qué no puede serlo? Y si sí, ¿por qué no lo es?

      Yo no sé la respuesta, pero me encantaría, como tú dices, explorarla. Y sí, apostaría por una auténtica sorpresa. Es un tema para debatir con el alumnado, desde luego.

      ¡Saludos, feliz año, y que sea el 2010 el año de la cooperación docente! Que vamos bien… 🙂

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  3. Eugenio Manuel

    Te sitúas en el enfoque internalista, lo cual no me desagrada. Sin embargo, desde la lupa externalista, la sociedad es clave en el desarrollo de la ciencia e incluso hay algunos que procuran demostrar que la ciencia se crece «para» la sociedad.

    En cualquier caso, es innegable que la ciencia busca mejorar. Por eso me gusta hacer paralelismos con los planes de excelencia, de calidad, áreas de mejora, etc. Es decir, todo esto que se escucha tanto hoy en los centros de enseñanza y que a muchos les produce arcadas.

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    • José Luis Castillo

      ¡Hola Eugenio!

      Bufffff….. Vaya con el tiempo. Tú sabes… Perdón por el retraso en responder….

      La realidad es que el enfoque externalista se produce a través de los incentivos para la investigación. Vía subvenciones básicamente. El problema es que la gestión de esos fondos se hace por personas elegidas democráticamente o designadas por los elegidos democráticamente, sí, pero no es una gestión democrática. Es decir, la persona ha sido electa, pero sus actos no han sido ratificados. Por tanto, hay mucho margen para el chanchullo. Y así está la ciencia. Enormemente desprestigiada en el sentido de que se piensa que son cerebrines que le dan vueltas al coco, pero no hacen nada práctico. Por lo que retirarles fondos es irrelevante.

      En una sociedad como la actual, con esa web 2.0 que permite una verdadera sociedad civil… No debería ocurrir así.

      ¡Un saludo!

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  4. Rocio

    Algo mas sobre el trabajo científico:
    . Debe ser planificado y ordenado
    . Buscar soluciones
    . Parte de conocimientos existentes
    . Es cualitativo y cuantitativo
    . Obtiene resultados adquiriendo un valor universal
    . Trabaja en equipo
    Saludos desde Lima – Peru

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  5. FIORELLA

    hola bueno comparto tu punto de vista y el enfoque que le das pero tambien me parecio importante uno de lso comentarios que recibiste de»rocio» hubiera querido que ubneo ella profundizara y diera un punto de vista a cada punto pero ubneo si tu lo puedieras hacer te lo agradeceria.

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  6. José Luis Castillo

    ¡Hola Fiorella!

    Pues la plafinificación y el orden lo hacen comparable. Otros pueden seguir los mismos pasos y llegar a las mismas conclusiones o no, verificando el trabajo.

    Partir de los conocimientos existentes hace que lo descubierto se integre y la ciencia no produzca conocimientos discrepantes entre sí.

    El valor universal es algo muy importante. Permite que el conocimiento científico sea objetivo. Válido para todos. Eso lo diferencia radicalmente del conocimiento dogmático (p.ej., creencias, religión, superstición, opiniones…).

    El trabajo en equipo ya es imprescindible, dado que cualquier aspecto que sea digno de investigar requiere examinar múltiples enfoques o emplear múltiples técnicas.

    No sé si he aportado lo que buscabas…

    ¡Un saludo!

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