Fuente: Nature
2014 fue el año en el que la acuicultura superó a la pesca en espacios naturales. Y esa tendencia, no solo se mantiene, sino que se acentúa. De hecho, las capturas pesqueras están prácticamente estancadas desde finales de los 80. Por tanto, esa podría no ser una mala noticia, porque los caladeros están cada vez más sobreexplotados y cada vez se invierte más en lograr lo mismo. La pesca más fácil ya se obtuvo en el pasado. Con el tiempo, conforme esa pesca fácil se agota, se pasa a la segunda más fácil. Y así sucesivamente. Por tanto, los gastos de explotación de los recursos son siempre crecientes y el rendimiento siempre decreciente. En la pesca y en todo lo demás. Es entropía básica. Cuanto mejor quieres vivir, más te cuesta porque más te alejas del equilibrio. Solo mantenerte fuera del equilibrio ya tiene costes altos y crecientes, imagina intentar estar cada vez mejor…
Pero no, no es una buena noticia que la acuicultura esté tomando el relevo de la pesca. Porque la mayor parte de la alimentación de toda esa producción acuícola se hace con piensos a base de carne de ganado. Eso convierte a los peces en depredadores de vacas. Y a nosotros en depredadores de depredadores de vacas.
¿Qué importancia tiene? Ten en cuenta la regla del 10%. Es ecología básica. Un nivel trófico aprovecha un 10% en promedio del nivel del que se alimenta. Así, 100 kg de hierba se convierten en 10 de vaca. Y esos 10 de vaca pasan a ser el 10% al ser depredados por el siguiente nivel: los peces de piscifactoria. Es decir, esos 10 Kg de vaca se convierten en 1 Kg de peces. Que, al comérnoslos nosotros aprovechamos 100 gr. Al final, 100 Kg de hierba se han convertido en 100 gr nuestros. Un 0,1% de aprovechamiento…
No, no es buena noticia lo que está sucediendo.
Porque la acuicultura ni es eficiente, ni está logrando que se respeten cada vez más los espacios naturales.