El mecanicismo como solución y como problema

El ser humano siempre ha querido mirar el mundo para entenderlo, usarlo, predecirlo. Pero los punto de vista han cambiado con los siglos. Cada tiempo tiene su forma de entender. Y sus fallos en su forma de entender. Fallos que tratan de ser compensados por la siguiente mirada. La cual crea sus propios problemas. Y así sucesivamente.

Hoy te cuento qué he leído en «General Systems Theory» de Lars Skyttner, sobre dos miradas: la escolástica, de los siglos XI a XV, y la mecanicista, de los siglos XVI a XIX. Y bueno… Casi del XX y del XXI también, porque muchos de los problemas mecanicistas aún los arrastramos a la hora de entender el mundo. Por eso creo que importa saber esto.

El paradigma escolástico pretendió, entre los siglos XI y XV, aunar fe y razón. Pero con la razón subordinada a la fe. En él, el mundo natural era reflejo del mundo espiritual. Reflejo imperfecto. Por tanto, las irregularidades no resultaban motivo de preocupación. Conocer el mundo natural era una vía para conocer el mundo espiritual y no había mayor interés por lo que se consideraban desviaciones o distracciones. La ciencia, subordinada a la religión, no debía salirse de su misión: apoyarla.

La máquina como modelo para explicar al humano

La máquina para como modelo para explicar al ser humano
Fuente: Cosas de Antonio

El mundo renacentista independiza ciencia de religión. Desde entonces no se le permite a la religión entrar en el ámbito de la ciencia, que es describir y explicar lo que existe. El mundo natural pasa a ser una pequeña isla de certidumbres rodeada por océanos de misterio. Pero una isla que crece, cuyo tamaño aumenta. Porque el mundo puede ser investigado. Lo que hoy no se conoce, lo que hoy es océano, podrá ser abordado en un futuro, podrá ser convertido en tierra firme. Cuando los hallazgos técnicos que faciliten su observación lo permitan.

Tradición y especulación basada en la lógica, el sello, la marca de la escolástica, da paso a racionalismo y empirismo. No basta el pensamiento, ha de ser verificado, verificable y objetivo.

Esa independencia obliga al científico a pensar de un modo nuevo. Porque la complejidad de una naturaleza, sin un dios al que recurrir para explicarlo todo, asusta. Para anclar los hallazgos en algo familiar, perdido dios como modelo, se recurre a la protagonista de esos siglos: la máquina. El apogeo del reduccionismo determinista coincide con la época victoriana. En ella el trabajo del ser humano tiene valor en tanto en cuanto pueda encajar con las máquinas.

Igual hacemos ahora: como la realidad nos abruma, recurrimos al ordenador para entenderla y entendernos. Parece que el humano solo se puede entenderse a sí mismo a través de sus productos. Y parece que solo tiene valor si encaja con ellos…

El modelo mecánico, avalado por los éxitos de heliocentrismo, física y revolución industrial, gobierna. Para comprender, dominar y predecir la naturalezas solo era necesario conocer sus piezas y descubrir las leyes naturales de sus interacciones. Era posible una visión reduccionista, en el que el todo se comprendía bien a partir de las partes. Cada campo del saber busca su unidad básica. Física y química tienen el átomo. Biología tiene la célula. Lingüística el fonema. Y así sucesivamente. Se observan las propiedades de esas partes fundamentales y de ellas se deduce el comportamiento del conjunto (inductivismo). Explicado mediante leyes jerárquicas, en las que la física ocupa el nivel más fundamental. Se podía llegar, paso a paso, realidad conquistada a realidad conquistada, a un conocimiento perfecto, determinista, de un Universo predecible. En el que saber su pasado mostraría su futuro. La causa del Universo sería suficiente para explicarlo todo y no habría libre albedrío. Solo funcionamiento conjunto de sus piezas.

En el reduccionismo el contexto es considerado irrelevante. Incluso fuente de ruido. El experimento se diseña para eliminar su influencia y así revelar la verdadera naturaleza de las cosas, representada por leyes universalmente válidas, sin excepciones, que van más allá de las condiciones del experimento. La complejidad es algo a reducir. Además, el experimentador no es parte del proceso, sino un mero observador sin influencia. Por tanto, los experimentos siempre deberían dar el mismo resultado, ser absolutamente reproducibles, sin excepción.

Con el reduccionismo desaparecieron objetivos, intenciones, decisiones y propósitos en la naturaleza. Solo cabían causas y efectos.

Ese modo, reduccionista, de entender el mundo lo hemos abandonado. Más o menos… A veces rebrota, a veces no se fue del todo. Pero eso no significa que no funcionara. El reduccionismo generó teorías con capacidad explicativa. Y, lo que es más valioso, teorías sobre fenómenos o relaciones desconocidas que luego, tras la teoría, fueron descubiertas.

 

5 respuestas a «El mecanicismo como solución y como problema»

  1. Pingback: Del mecanicismo determinista al “no entiendo nada” | José Luis Castillo Chaves

  2. ANTONIO REYES

    Quiere decir entonces que la herencia del reduccionismo mecanisista es el marco teórico imprescindible para avanzar en la búsqueda, comportándonos ahora como funcionalistas, holístas.
    Hasta que punto el devenir contrapone los dos métodos. Qué con el mundo social y del pensamiento.

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    • José Luis Castillo Chaves Autor de la entrada

      ¡Hola Antonio!

      No sé si te he entendido bien. Lo siento si no es así. Quiero decir que el marco mecanicista funcionó mientras no teníamos suficiente información. Por tanto, que es una aproximación buena a la realidad, durante un cierto tiempo. Pero que desbordados determinados límites (de tiempo, de tamaño, de interacciones) el marco mecanicista fracasa. Pero para lo que hacemos a corto plazo en el día a día, sin descender a niveles muy pequeños o abarcar grandes sistemas, sí que funciona. Más o menos.

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  3. ANTONIO REYES

    Gracias por considerar mi opinión. En la inauguración de siglo y milenio, los sociólogos no nos dan esperanzas de movernos en la certidumbre para pensar todas nuestras cosas. Soy agrónomo y también tengo alumnos de bachillerato en la fascinante biología. Creo que la enseñanza de la biología y de otras disciplinas ya no será la misma. Debemos abandonar el método inductivo?. Es la enseñanza contextualizada lo que debemos ejercer.

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    • José Luis Castillo Chaves Autor de la entrada

      A mi modo de ver, de no experto, el inductivismo puro, que va a de abajo hacia arriba (suponiendo un arriba), no capta bien las propiedades emergentes. Otras cosas sí que las descubre: las propiedades heredadadas. Supongo que cada método tiene sus limitaciones y que la ciencia es una actividad que tiene que crecer conforme crece la complejidad del mundo que descubre.

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