El 3 de diciembre de 1984 sucedió la tragedia de Bhopal. Más de 600.000 personas resultaron afectadas, con una cuarta parte de ellas muertas o con graves secuelas. Y sucedió por dos razones. Una, la avaricia. No se puede dejar la seguridad de las empresas químicas a las empresas químicas. Porque no tienen incentivos de mercado, que es lo que ellas escuchan, para hacer las cosas de modo que los daños sean evitados. Y segunda, el Antropoceno.

Fuente: Doctor Sito
El Antropoceno es la época en la que algunos (o muchos) de los procesos naturales de la Tierra han sido sobrepasados por procesos con origen en el ser humano. A escala planetaria. Hemos ocupado el territorio y hemos modificado su uso. Hemos vertido gases a la atmósfera y hemos modificado su química y su física, y con ella clima y efecto de la radiación solar sobre nosotros. Hemos cambiando la acidez del océano. Hemos desestructurado las redes tróficas y creado efectos en cascada. Hemos alterado el ciclo del Nitrógeno. Estamos causando la sexta extinción masiva.
Y, sobre todo, hemos creado sustancias químicas. Muchas. Nuevas.
El Antropoceno es un mundo químico. Un mundo químico que se refleja en nuestra sangre. Donde es fácil localizar decenas de esas sustancias, bastantes de ellas con un efecto tóxico. Como ya demostró la que fue comisaria europea de Medio Ambiente, Margot Wallström.
Bhopal es (¡qué pena!) solo un paso. En un camino repleto. Huelva (Aznalcóllar), Hungría (Ajka), Virginia (Elk River), Japón (Fukushima)… Pero tu calle, la calle donde trabajas, tu casa… Sobre todo tu casa…
¿Por qué en las campañas electorales no se habla más de contaminación? Es tu salud, es tu vida, es la de los tuyos. En una revista tan prestigiosa como Science, en su editorial, indica que NECESITAMOS compuestos químicos más seguros, producidos de forma más segura.
Infórmate. Habla de esto. Porque esto importa.