Células madre y cáncer

Todos hemos oído hablar de las células madre. Otra cosa es que sepamos qué son y qué papel juegan. Y otra muy distinta es que estemos acertados en nuestras suposiciones. Es posible que hayas escuchado o leído en diversos medios de comunicación que las células madre pueden suponer una revolución para nuestra salud. Pero es posible que tengan un lado oscuro. Echémosles un vistazo. Yo lo he hecho leyendo no sé que número de Investigación y Ciencia. Cuando encuentre la referencia la pongo, lo prometo.

Es frecuente que pacientes a los que se trata de cáncer evolucionen favorablemente durante un tiempo pero luego vuelvan a desarrollar tumores (recidiven). Hoy creemos que se debe a que conservan un remanente de células malignas que sostienen la enfermedad. Durante mucho tiempo se ha buscado, como objetivo terapéutico eliminar el mayor número de células cancerosas posible para así mantener a raya la enfermedad. Pero, ¿y si estamos equivocados?, ¿y si no todas las células de un tumor tienen capacidad de reproducirlo?, ¿y si matar muchas células pero dejar intactas unas poquitas no sirve para nada?. Muchos «y si».

Esta posible situación de una pequeña población de células responsable del crecimiento de los tumores recuerda a algo. Resulta que el cuerpo funciona así. La mayoría de los tejidos del cuerpo están formados por células de vida breve. La piel se renueva en un mes. El revestimiento del intestino en quince días. Las plaquetas en diez. ¿Cómo es posible que no perdamos esos tejidos? Sencillo. Algunas células de nuestro cuerpo conservan la capacidad de reproducirse y dar lugar a diversos tipos de células. Su función no es transportar oxígeno, p.ej., sino dar lugar a células que transportan oxígeno. Su función no es contraerse, p.ej., sino dar lugar a células que se contraen. Es decir, su función es reproducirse y dar dos hijas: una se convertirá en alguna clase de célula que cumple una función y la otra mantiene la capacidad de volver a dividirse y dar otras dos células: una para la función y otra para dividirse. Y así sucesivamente. A esta población le llamamos células madre de tejido. No son abundantes.

¡Un momento! ¿Esto cierra el círculo? Recordemos lo que es un tumor. Es un conjunto de células que se dividen incontroladamente. Estamos encontrando cada día más paralelismos entre células madre y células tumorogénicas (productores de tumores). Así, los genes que regulan la división de células madre resultan coincidir con genes que, en células tumorales, funcionan mal. Además, las células madre producen hijas que viajan a otros lugares; lo mismo ocurre en tumores (metástasis). O también, que la larga vida de las células madre las predispone a terminar sufriendo algún tipo de mutación que desemboque en un proceso tumoral.

Diversos experimentos han mostrado que algunas de las suposicones que apuntábamos en un principio son ciertas. No todas las células de un tumor reproducen el cáncer. Eso se ha logrado extrayendo diversos tipos celulares de un tumor, transplantándolos a animales de laboratorio y comprobando qué sucedía. Resultó que sólo unas pocas provocaban el crecimiento celular descontrolado en las ratas a las que se les implantaba.

Por otro lado, si cultivamos células madre normales en laboratorio, fuera de su tejido habitual, experimentan un crecimiento explosivo y se diferencian en varias clases de células. Eso se corresponde bastante bien con lo que le ocurre a un tumor.

La conclusión que se extrae es que un cáncer es, en realidad, un proceso que afecta a algunas células (quizás células madre, quizás hijas de células madre poco diferenciadas) pero también a un sitio. Ambos factores parecen tener que coincidir: célula equivocada en sitio equivocado. Eso viene reforzado por el hecho de que muchos genes asociados a la relación entre la célula y la matriz extracelular (el sitio) aparecen alterados en diversos tipos de cáncer.

Una respuesta a «Células madre y cáncer»

  1. Jorge Ordoñez

    Al leer esto, me ha llevado a plantearme que las células madre normales y las cancerígenas comparten la capacidad de su propia regeneración. Por eso, parece lógico proponer que las nuevas células cancerígenas adaptan su maquinaria para llevar a cabo una división de autorregeneración similar a la que expresan las células madre, no?

    Esta idea se esfuma al leer un articulo (en otro blog) el cual aclara que el crecimiento ilimitado de las células cancerígenas se deben a diferentes anomalías con las células madre «normales».

    Otra pregunta me viene a la cabeza, y no es otra, que el porque del fracaso de las terapias?, un rato de búsqueda( en diferentes blog y versiones digitales de revistas relacionada con la salud) me ha servido para aclarar que todas las terapias contra el cancer se han centrado en atacar a los peones; al igual que en el ajedrez, si quieres ganar la partida tienes que matar al rey” esto viene a significar que los tumores cancerígenos son tremendamente persistentes; podemos aniquilar el 98% de las células que forman el tumor, pero este puede regenerarse entero a partir de las células supervivientes. Un caso mas extremo es la metástasis, donde unas pocas células cancerosas introducidas en el torrente sanguíneo pueden hacer que el tumor se reproduzca por todo el cuerpo. Según estos investigadores, estas células madre anómalas serían las responsables de todos estos procesos y es el objetivo, en el cual, se debería investigar para la erradicación de la enfermedad.

    Un saludo 😉

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