Biodiesel y errores económicos

El maíz es el principal alimento para el aporte de calorías y proteínas en países de América Central y Sudamérica. Especialmente en México y toda el área mesoamericana. Pero ocurre que está en el centro de todas las miradas porque se está planteando cambiar su uso. O al menos, cambiar el uso de una parte significativa de la cosecha. Para biodiesel. Para combustibles. Sustituir seguridad alimentaria y salud por transporte.

Así planteada, no es una buena idea.

Lo ideal es que el cultivo de maíz para consumo alimentario y para conversión y biodiesel fueran objetivos compatibles. Pero lo son con dificultad. Porque el rendimiento del maíz con ese objetivo es bajo. De tan solo un 25%. Es decir, que si inviertes 100 unidades de energía, el biodiesel obtenido con el maíz tiene 125 unidades.

Un 25% puede parecer mucho. Al fin y al cabo, cualquiera querría ese rendimiento para su cartera de valores en un año, ¿no?

¿Y un 540%? ¿Suena mejor?

Panicum virgatum

Con un hierbajo. Con Panicum virgatum. A pesar de su nombre científico es una hierba que crece en las cunetas de EE.UU. Nada llamativa. Una gramínea como el trigo. De las Poaceae, para los botánicos. Perenne. Grande. Y rentable. Al menos eso leo en el número de mayo de 2008 de Investigación y Ciencia.

Me faltan datos todavía. Me falta saber por qué. Por qué se sigue subvencionando a los agricultores que siembran maíz en EE.UU. Me falta saber por qué no quieren cambiar de maquinaria. O por qué están infrautilizando el suelo agrícola disponible. O por qué el maíz compite contra este hierbajo que le gana en 20 a 1. No tengo el dato, pero creo que el rendimiento de la caña de azúcar era notablemente más alto que el del maíz. Y aún no sé suficiente sobre las razones que llevan a EE.UU. a no importar etanol de Brasil. Especialmente me han llamado la atención los datos que escuché en el programa «Economía a fondo», de CNN+, aportados por Juan José Toribio y Emilio Ontiveros sobre el biodiesel en EE.UU. (¡qué pena! no grabé el programa, te lo hubiera puesto). Hasta ahora, sólo el 1% del combustible empleado por la automoción de ese país es biodiesel. Y quieren llegar al 8%.

No es posible llegar al 8% con el actual esquema económico que combina subvenciones al maíz (planta ineficiente comparada con otros) y proteccionismo. No sin trastocar el esquema de precios de los productos agrícolas a escala mundial. No sin llevarse por delante a muchas familias. Que no son de EE.UU.

Alucino.

EE.UU. me parece el país más grande en todo. En lo bueno y en lo malo, quiero decir. Pero esta vez es en lo malo. En la combinación de subvenciones y proteccionismo. No es correcto predicar libre mercado… sólo cuando gano. Y cerrar mercados si pierdo. La economía no es un juego de suma cero. Eso se llama mercantilismo y pasó a la historia. Por equivocado. Por fuente de sangre, de guerras. El intercambio económico ha sido fuente de riqueza. con sus luces y con sus sombras. Pero la Teoría de la Ventaja Comparativa, de Ricardo, abrió las puertas a lo que hoy somos, nos ha traído hasta este momento de la historia.

Tampoco estaría mal que, si te interesa, revisaras el papel que jugó el proteccionismo como desencadenante parcial de la Primera Guerra Mundial.

Si los trabajadores de un sector económico que tiene dificultades lo necesitan, se les ayuda. Se les recicla, se les apoya económicamente para que se recoloquen, se trata de evitar la ruptura de sus redes sociales intentando que el nuevo puesto no implique traslado de domicilio. Pero no se carga uno el mercado de los productos agrícolas. Hay cosas con las que no se juega.

Con las de comer.

Esto es muy serio. Es la seguridad alimentaria. Es la vida de mucha gente. Está más allá de conservar puestos de trabajo.

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