40.000g

Esa es la aceleración que imprime a un nematocisto (o cnidocisto) una medusa. Como te contaba en «La aguja, la jeringa y la pistola«.

40.000 veces la fuerza de la gravedad.

¿Y eso es mucho, es poco? ¿Para qué, por qué tanto?

Entenderlo es fácil si tienes clara la Segunda Ley de Newton. Que dice que la fuerza es el producto de la masa por la aceleración. Y como el cnidocisto es muy pequeño, y por tanto tiene poca masa, para que tenga mucha fuerza debe tener mucha aceleración.

Es fácil.

[tex]F=mcdot{}a[/tex]

O sea, que si quiero clavar un arpón, tengo que lanzarlo con mucha fuerza. Y si el arpón es pequeño, de poca masa, para lograr mucha fuerza necesito mucha aceleración. Que compense la poca masa.

40.000g es mucho. Ten en cuenta que la fuerza de la gravedad es de 9,81 N (N es la abreviatura de la unidad de fuerza, los newtons). Y que 1 N es la fuerza que tiene un objeto de un kilo cuando su velocidad aumenta 1 m/seg cada segundo.

9,81 N no está nada mal. Es la fuerza que ejerce la Tierra sobre nosotros. 40.000g equivale a 392.400 N. O sea, a la fuerza que tiene un objeto de 392.400 kilos cuando se aumenta su velocidad 1 m/seg cada segundo. O la que tiene un objeto de un kilo cuando aumenta su velocidad 392.400 m/s cada segundo.

40.000g es mucho.

Pues eso lo hace un ser vivo. Lo hacen los cnidarios. Lo hacen las medusas.

Acuérdate cuando estudies la Segunda Ley de Newton.

4 respuestas a «40.000g»

  1. Rafael López-Gay

    Muy interesante, pero me permito hacerte alguna precisión. Ningún objeto tiene fuerza, dices bien «la fuerza que ejerce la Tierra sobre nosotros», pero no así en otros párrafos.
    La aceleración es la consecuencia de la fuerza (resultante, total) y no al contrario.
    En términos más eruditos, el texto parece confundir la fuerza con el ímpetus.
    Pido disculpas si esto complica el texto, pero el sentido común a veces nos engaña.

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  2. José Luis Castillo

    ¡Hola Rafael!

    Por supuesto, tienes toda la razón y tu comentario mejora la entrada. La fuerza no se posee, sino que que es una influencia que un cuerpo puede ejercer sobre otro, en función de su masa y en función de cuánto cambia la velocidad al interactuar. Y que los alumnos tengan claro eso está bien. En vez de «tiene» debería de haber dicho «experimenta», o «sufre».

    Una fuerza es, por tanto, una medida de la interacción. Hay más, pero esta tiene en cuenta masa y aceleración.

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  3. Pingback: Blog de José Luis Castillo » La cara amable de las medusas (algo bueno tenían que tener)

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